Glory, glory, man united.

¡Hola carrasquillófilos!

Desde luego esta no ha sido una semana cualquiera. Aunque ahora que lo pienso solo recuerdo los últimos días, me pregunto por qué será.

Antes de contar mi vida, por si a alguien no le interesa y se quiere ir a la cama pronto, os contaré una nueva "tradición" que tienen por aquí: Movember.

Big Ben amostachado.

No es exclusivo de UK, es algo mundial, aviso. Pero aquí lo conocen, lo respetan y lo practican. Que yo sepa en España no, por ejemplo.
Como todo en esta vida, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.

La buena es la intención. Recaudar fondos para investigar y sensibilizar sobre la salud masculina, en concreto sobre el cáncer de próstata y de testículos. Y, por lo que veo, llegan a conseguir bastante: 14 millones de euros en Canadá, más de 10 en el Reino Unido... ¡y solo estamos a 19!

La "mala" es el método. Los hombres que apoyan la causa (Mo Bros) deben "sacrificarse" dejando crecer y arreglándose un espléndido mostacho. Digo que es mala porque en un ambiente de jovenzuelos que apenas llegan a los 20, el resultado no es muy agradable en todos los casos.
El caso es que el hombre o muchacho interesado, se registra en una web dando a conocer su hazaña y compromiso y, en reconocimiento, espera que la gente lo apoye con sus donaciones para los propósitos antes mencionados. Las chicas que no tienen el don del vello facial espeso pueden ser "Mo Sistas" y apoyar a los varones con su reconocimiento, donaciones y aguantando las risas de verlos así.

¡Ya sabéis algo más! Y si os ha interesado, aún estáis a tiempo de registraros aquí.
¡Avisad si lo hacéis, que soy capaz de donar algo y todo si las fotos son buenas!

Y ahora lo que hice esta semana. 
Como dije al principio, no recuerdo bien el principio, no hay mucho que decir. Básicamente intenté adelantar con el proyecto para poder irme tranquilo a Manchester. Por cierto, misión fallida.

Y eso hice! Desde el viernes hasta esta misma mañana he visitado una nueva ciudad que contiene, entre otras maravillas y monumentos, a dos personas que son muy importantes para mí.

Mi hermano en la tele.

Creía que había acabado la carrera y acaba en una biblioteca.

Unos días grandiosos, como era de esperar con tan buena compañía. Incluso el sol estuvo de acuerdo y nos regaló su presencia tan escasa en Manchester.

¿Qué hay que ver en Manchester? Aparte del archifamoso (por lo visto) Old Trafford, ahora que la Navidad está "cerca", pasear por el centro lleno de luces y puestecillos navideños es una delicia. Aunque también una tortura si no eres del taco para disfrutar todos los dulces, quesos, morcillas, pancakes (como crepes, pero para que parezca que las han inventado los ingleses), cupcakes, mashmallows, lechones, apple strudels, pretzels... y miles y miles de exquisiteces a cual más difícil de rechazar.

Por suerte, mis anfitriones sabían justo lo que me hacía falta: jamón serrano, embutido artesano y tortilla de patatas. ¡Eso sí es comer!

En las fotos anteriores podéis admirar también la biblioteca John Rylands y el museo de la ciencia y la industria. No creo que tengáis problemas en adivinar cuál es cuál, ¿verdad?

También os recomiendo un paseo por el canal, cerca del estadio. Los puentes son bien bonitos y con la iluminación nocturna convierten un paraje medio abandonado de una ciudad a priori basada en la industria fría en algo hermoso.

Descansando.

Este ha sido mi primer viaje como Dios manda y solo dentro del Reino Unido. ¡Os comentaré un par de cosas que quizá os sorprendan!
Me fui en autobús. No me pesan las horas, pero sí que el tren valía casi el triple, así que ahí me fui yo a pasar 5 horas en un bus. Os echaréis las manos a la cabeza pero los autobuses de aquí poco tienen que ver con los de Alsa... Diez minutos antes de que esté prevista la salida del autobús, abren las puertas para "embarcar", la gente hace una cola que ni con tiralíneas y respetando el espacio vital de sus "fellow passengers". Antes de montar en el autobús, te preguntan si te ayudan a meter el equipaje y cuando entras descubres que los asientos son anatómicos y cubiertos de un cuero negro inmaculado. La presentación es solo comparable con los vibradores de lujo del CyberDog.
En fin, igual daba, me pasé las 5 horas de viaje casi enteras durmiendo como un bendito.

Antes de irme os cuento lo más raro que he visto hasta ahora en este país. Mira que vivo en Camden Town, así que atended que tiene que ser raro de cojones:
El sábado vimos entrar a un payaso (un payaso más payasil que el de Micolor, con su pelucón rojo, su cara blanca, su pajarita enorme y toda serie de complementos a cuál más estereotípico. Eso no era un payaso, era un cliché andante). Pues como decía, el payaso este entró a una tienda de lencería de fantasía para hombres en el barrio gay. Una tienda donde vendían cosas como (no recomendado para menores) esta, esta o, probablemente, (insisto en lo de los menores) esta.
Que yo no juzgo si al payaso le iba el sadomaso, era un payaso erótico o simplemente iba a visitar a su primo que trabaja ahí. Solo digo que fue una visión muy extraña. ¡Que ni el oso felador del resplandor, vamos!
Aunque en una ciudad en la que te puedes encontrar esto en una biblioteca pública, supongo que no es tan raro...

¡Una polla como una olla! - dijo Kubrick

Y se acabó lo que se daba

LONDON QUIZ
Hoy os lo voy a poner super fácil, que ya es tarde y hay sueño.

¡¡Más fácil no puede ser, vamos!!


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