lunes, 31 de diciembre de 2012

Un año más

¡Hola carrasquillófilos!

Sí, esta noche es Nochevieja y mañana 2013, pero también es lunes. Y aunque corro un riesgo inconmensurable de que esto no lo lea ni el tato pase desapercibido para nuestros, por otra parte, fidelísimos seguidores, hoy toca Carrasquillation.

Nada de Londres ni París hoy, lo siento. Bajamos un poco la escala pero en ningún caso el listón, pues viajaremos a la España profunda que guarda pequeños rincones y enormes personas.

El lunes pasado (Nochebuena) transcurrió con comida familiar y programas cutres en la tele. Pero después, fiesta que ya es tradicional en casa de F. con su superjuego incluido, el Salvsgammon que, aunque un poco más largo de la cuenta, nos proporcionó grandes momentos de diversión. Yo diría que casi es un juego educativo, pudimos aprender qué haría quién en caso de homosexualidad de la pareja o de encontrársela toqueteándose allí donde el sol no alumbra. Gracias de nuevo a su creador, S.

¡Ah! Gracias también al amigo invisible. Creo que aprovecharé sus regalos más de lo normal...

Otra cosa que se echa de menos y me alegró fue el regreso a los ensayos de la banda. Tiempo sin tocar, pocos ensayos disponibles y problemas de presupuesto variados que no merman nuestra ilusión (si alguien de la banda lo lee, ya sabe que es tiempo de buenos deseos y que esto es un blog bonito y sentimental, espero que se me perdone la mentira). Todo esto concluyó ayer mismo con un gran concierto de fin de año, casi casi igual que el que podréis disfrutar mañana temprano como es costumbre. Lo importante es que el público aplaudió a rabiar, no se puede pedir más.

El resto de la semana transcurrió sin incidentes, lenta y aburr.... ¡¡QUE VA!! Viaje express a Granada para ver a mis ingenieros químicos favoritos. Salí el jueves a las seis de la mañana y volver a casa el viernes por la noche, pero en medio (aparte de 6 o 7 horas de bus) mil y una risas y experiencias en Cogollos de la Vega. ¿Co-qué? ¡Pues Cogollos de la Vega!
Donde Sauron perdió el mechero.
Un pueblecito cerca de la capital, bien alto y bien frío (no para mí, chicarrón del norte, por supuesto) con paisajes espectaculares y tranquilos, donde se ve el cielo azul, una lámpara mágica que hay que luchar por frotar o las estrellas en la noche tumbado al borde de una piscina congelada. Gracias a nuestra anfitriona A. por ser más buena que el pan.

Pero no importa la leña que haya que cortar, los macarrones que haya que cocinar o la resaca que haya que soportar, nada pesa cuando se está en buena compañía:

Una despedida de urgencia en la mayoría de los casos. Por si no me dio tiempo a decíroslo os echaré de menos (aunque no mucho, seguro que os vuelvo a ver pronto).

Y a la vuelta, un sábado triste pero tranquilo, con comida familiar incluida, eso sí. ¡Cómo crecen las primillas! ...saben ya más que yo, las joías.

Ayer por la noche una fiesta de disfraces que será difícil de olvidar. Las risas no se pudieron soportar gracias a un showman muy particular. Y me puse de pizza hasta los topes, que nunca está de más. La parte mala, que hoy me miré en el espejo y ya ni con todo el optimismo del mundo se atisba mi tableta de chocolate... ¡Tanto trabajo lujurioso para nada!

Dicen que está bien que a final de año hagamos recuento de lo que hemos vivido. Supongo que para aprender de ello, para amarrarnos a los recuerdos felices y coger valor para afrontar un año nuevo y desconocido.
Podría pensarse que no tengo nada que agradecer al 2012 y, para ser sinceros, si hubiera tenido la certeza de que el fin del mundo iba a acaecer el 21 de diciembre, me habría quitado de en medio mucho antes...

Sin embargo, haciendo un esfuerzo para quitarme la fea costumbre humana de centrar la atención en lo malo, la desgracia y la tragedia, no puedo evitar sonreír cuando me acuerdo de los días en Cuba. O cuando pienso en que bajé las escaleras del Aula Magna después de un discurso de graduación que, simbólicamente, ponía fin a un periodo de la vida impagable, pero que nunca volverá.
Puedo recordar cada momento en que alguien me apoyó y, aunque sé que la base de eso es triste, te hace valorar a quien tienes más cerca, a quién debes nada menos que tu felicidad y tu cordura.
Me acuerdo de un verano lleno de experiencias. De Edimburgo y las tierras altas, de La Mamola que por fin conocí y de su gente. Me acuerdo de disfrutar de verdad.
Recuerdo las despedidas antes de partir a Londres, de todo lo que #todosmisamigos hicieron para ayudarme a dar el paso. Ahora sé que, aunque cada uno esté en una esquina del mundo, hay lazos que la distancia no puede disolver (aunque hay que ponerle empeño, ya os aviso).

No me he hecho más valiente en Londres, pero he descubierto que esa valentía ya venía conmigo. He aprendido y conocido tanto en solo 3 meses que no puedo pensar que nada malo vaya a salir de esta experiencia, aunque sé que me miento.

Dicen también que hay que buscarse buenos propósitos para el año que recibimos. Os confieso que mi manía era hacer buenos propósitos para verano y luego tener el placer de no cumplirlos. Pero nunca pienso demasiado en cambiar algo de mí. No porque sea perfecto, sino porque me falta constancia.
Me conformaré con intentar fijarme más en lo bueno que los días traen, con aprovechar y disfrutar las oportunidades que se me brindan.

¡Un abrazo y feliz 2013!

lunes, 24 de diciembre de 2012

Sweet home Alabama

¡Hola carrasquillófilos!

Como ya la mayoría sabéis, hoy os escribo desde un lugar diferente... ¡desde casa!

Al fin puedo zampar sin parar comida de la buena, estar con la familia, pecar con los polvorones (y mantecados, pasteles de gloria, mazapanes, bombones, hojaldrinas, logroñesas, roscos de vino y de anís...) y disfrutar de la casa de F. Vale, ¡y de la gente que hay en ella!

Pero no aceleremos acontecimientos, que la semana ha sido larga e intensa...

Supongo que recordaréis que la semana pasada os dejé con la miel en los labios en medio de mi visita a la France, así que hoy hay que terminar de contar la fantástica experiencia.

De lunes a miércoles en Compiègne hubo de todo. Mucha tranquilidad y tiempo para descansar, que me hacía falta. No me dejaban ni moverme casi, ¡vamos! Con lo helpful que yo soy de toda la vida y me obligaban a sentarme en un sofá a ver la tele...
Tuve la oportunidad de recorrer con calma el centro de la ciudad y hasta de perderme un par de veces (¡lo siento Josué!). De ver iglesias, basílicas, castillos, pensar en francés y ver una escuela de ingeniería, algo diferente a las universidades pero, en el fondo, igual.
Compiègne dans L'Oise
Châteu de Compiègne















El martes pude disfrutar de una de esas noches que nuestro rubio reportero os cuenta cada vez que os despistáis. Al fin conocí el Pic(asso), con cerveza navideña incluida y risas internacionales. Esos días conocí argentinos, mejicanos, polacos, españoles... sorprendentemente no muchos franceses en realidad.
La noche continuó en un pub con el engañoso nombre de "After hours". Y digo engañoso porque cierra sobre la 1 de la mañana. Imaginaos a qué hora cierra el Pic. Están locos estos franceses.
Pero yo ya estoy acostumbrado a los horarios tempraneros y eso fue lo de menos. Disfruté mucho en aquel garito con buena música (gracias por pedir el "I'm shipping up to Boston", bro), chupitos gratis a cambio de un poco de seducción femenina y ¡danse du limousin incluida!. No fui yo quien la pidió, pero admito que me hizo ilusión comprobar que una de las cosas más raras que Josué cuenta es 100 % realidad.
Con cantarle dos estrofas, dos hombres maduros (30-40 años), en horas de trabajo (eran el camarero y el dueño del bar) se despelotaron completamente, sin ninguna vergüenza, sin taparse nada de nada y hasta se subían a los bancos para exhibirse o se movían de forma lasciva cual bonobos en celo.
No me preguntéis cómo de dotados están los franceses, me conformé con una comprobación mínima para dar fe en el blog y en cuanto se empezaba a atisbar la hierba alta, dejé de alzar la vista sobre la barra del bar. Y el del banco, por suerte, nos daba la espalda. O más bien, el culo.
Y la noche siguió, incluso después de ver actuaciones eróticas y sugerentes de una tía más pedo que Alfredo y más salida que el pico de una plancha pobre e inocente niña y su compañero de noche, que no decidimos si era tímido, pagafantas o no estaba seguro de su sexualidad. Los calcetines de corazoncitos no ayudan, amigo mío.
Viaje en bici por las calles desiertas con dos personajes de los que solo encuentras ahí. Y unas cuantas horas de risas no-británicas (o sea, de las buenas) mezclando tequila con tabasco y guindilla y otros entretenimientos que no tienen lugar en este blog tan decente.
El miércoles fue el amargo momento de la despedida, aunque con la promesa de un pronto reencuentro.

Ya París no lo volví a ver, solo la Gare du Nord. Sin embargo, como moló tanto la visita, no resisto la tentación de poneros un par de fotos más, aunque técnicamente no sean de esta semana.


Un buen guía, mejor anfitrión y mejor amigo aún.
El tren que salió de París me llevó de vuelta a Londres, a pasar el jueves entero en la residencia, que ahora está sola, abandonada y tiene un aspecto ligeramente fantasmagórico. Juro que oí ruidos esa noche... y ninguno de mis compañeros de piso estaba ya en Londres.

El jueves se resolvió el equipo que tengo que diseñar con detalle para el proyecto y, como era de esperar, por ser extranjero y desconocido, me fastidiaron la vida. Pero se van a cagar, voy a hacer el convertidor de plasma más bueno, bonito y barato que jamás hayan visto.

El viernes fue un día largo. Partí de la residencia poco antes del mediodía. Más de una hora en metro, casi dos horas de espera en Heathrow, dos horas y medias de vuelo a Madrid, otras pocas de espera en Barajas, un vuelo corto a Sevilla... Vamos, pisé mi casa cerca de la una de la madrugada.

Aunque el viaje fuera largo, no me aburrí. En el vuelo de Londres-Madrid tuve la ocasión de conocer a una niña de unos 11 años que no paraba de hablar (era argentina), muy madura para su edad, pero que estaba en las filas de las directioners. Y a una chica, que llamaremos RRR, que vive en la calle Arabial (Granada), pero que está de erasmus en Alemania. La pobre había llegado al aeropuerto de Berlín para volver a casa por navidad y le dijeron que el vuelo que decía no existía. Yo soy ella y me da un chungo allí mismo, pero después de muchos líos creo que consiguió llegar a casa (aunque no tengo constancia, pero al menos a Madrid sí que llegó).

¿Qué diríais que es lo primero que me confirmó que pisé suelo español?
No, nada de tortillas/paella/pimientos-del-padrón-que-unos-pican-y-otros-no (comí en un McDonald's). Nada de fiestas, sol, playa ni toros. Lo primero realmente español que vi fue un capítulo de Cuéntame en unas pantallas que había en Barajas.

¡Por fin con la familia! Les faltó un cartel con mi nombre, que llevaban esperándome en el aeropuerto de Sevilla como cuatro horas, calculo yo.
Aunque nada es perfecto, es una alegría volver a ver a la familia, a los amigos del poblao' (con cumpleaños y champán gratis incluido), tocar en la banda (¡¡concierto el 30 de diciembre!!) y tener una comida que tarde más de una hora en hacerse.
No tenía la imperiosa necesidad de volver, pero ahora no tengo ganas de irme.



LONDON QUIZ

Uno de los eventos más esperados para este blog fue la entrega de premios de este concurso, que se llevó a cabo en una ceremonia de alto copete delante del ;.
Para que veáis que en Triqs cumplimos lo que prometemos, he aquí algunas imágenes del acto con la merecedora ganadora del premio.


La ganadora encantada con su premio: taza de la Elizabeth II.
Y para que no haya problemas, he aquí la clasificación de este primer gran concurso de Carrasquillation:

  1. Smudy con 49 puntos.
  2. Amparo y La Calata con 5 puntos por cabeza.
  3. Manolo con 2 puntos.

Muchas gracias a todos los que han participado y a los demás, ¡que les zurzan!
Pero no lloréis aún, después de las vacaciones idearemos alguna otra forma de que os ganéis algo chulo.


¡Ah! ¡Feliz Navidad!

¡Un abrazo!

viernes, 21 de diciembre de 2012

Yo no compro pan


Hola queridos seguidores!!!!

Vuelvo a fallaros otra semana más, y aquí tenéis de un nuevo un condensado de dos semanas.

De la primera semana nada que decir de importante (tampoco me acuerdo de mucho XD), no hay viernes loco ni nada por el estilo, porque ese finde nos fuimos los Erasmus ESN a Estrasburgo. Es una preciosa ciudad navideña, con un enorme mercado de navidad que está montado por toda la ciudad. Encuentras lo que quieras por todas las calles, plazas y al lado de la Catedral; incluso una banda de estas tocando pasodobles en frente de la catedral. Todo está super relindo decorado, se curran mucho todas las fachadas de las casas. Lo malo: hace un frío de mil pares de cojones.

Catedral de Estrasburgo y mercado navideño

Plaza de la catedra









Después de mucho visitar y patear, comimos en un restaurante universitario con cerveza barata, y luego en búsqueda de algún sitio en condiciones para divertirse antes de volver al albergue. Acabamos conociendo a unos argentinos que nos llevaran a un bar apañado, y donde el camarero, también argentino, ha estado 8 años trabajando en el guejareño, ya medio chanero el tío XD.

De vuelta a Compiègne nos paramos a ver la Catedral de Reims, una copia de la de Notre Dame, por aquel entonces parece que no tenían mucha imaginación, aún hoy creo que siguen sin tenerla.

La semana fue muy muy tranqui, aunque con dos noches Pic. Una porque hacía mucho que no iba, y otra por el amigo invisible organizado aquí entre todos los extranjeros. Agradezco a Jony por el regalo que me hizo, me encantó! Otra cosa destacable de la semana es la visita que hice con una asignatura a una pequeña planta  de producción de Argón, Hidrógeno y Oxígeno, muy guapo todo por cierto, es de PRAXAIR.

Ahora bien, porque no os escribí el viernes? Pues porque tenía trabajo atrasado y tenía que acabarlo antes del finde, y me iba los dos días a París con JL (cumbre de algunos redactores de TRIQS), así que hasta las tantas currandillo.

Increíble finde en París visitando cosas que aún no había visto, y la ciudad con un aspecto muy diferente a mis otras dos visitas anteriores. Esta vez está todo ya decorado para las fechas en las que estamos, un montón de luces y puestos de Navidad por todos los rincones.
Jose os ha contado ya algo, yo añado algunas cosas: ya conozco el barrio chino de París (hemos visto cosas rarillas), he subido al arco del triunfo y unos tipos del este no nos dejaron dormir. La que tenían liada esa noche en el “hotel”, en los pasillos, en las duchas…
Volvemos a Compiègne, no sin antes despedirnos del barrio chino y su curiosa fauna.

Ya aquí en el pueblo, yo con las últimas clases del año y JL de visita. Aunque he podido enseñarle cosas de por aquí, me hubiese gustado disfrutar más de la visita. Al menos ha podido conocer el Pic, el After Hours y la casa Wally; sitios de interés mundial.

Una vez que termina la reunión de redactores mi semana se compone de una cena mexicana muy rica para despedirnos, y una noche rara en la que voy a devolver unos apuntes y acabo jugando al flick up (o algo así).

Aprovecho para decir que estoy harto ya del tema del fin del mundo, la gente no sabe de que hablar. Menos mal que ya ha pasado, pero ahora habrá una resaca post-no-apocalipsis con miles de comentarios a cual más malo.

Siento no hacer hoy una entrada muy buena, estoy hoy muy indignado, cabreado, jodido, hasta los huevos… con lo bien que iba la semana. Los de la CAF me siguen pidiendo papeles chorras (de nuevo un certificado de nacimiento traducido) y me han cancelado el viaje de vuelta a Compiègne, una empresa que a los 15 días de realizar su primer vuelo se harta de trabajar y cancela todos sus vuelos, así esta España. Luego estas empresas reciben un buen saco de subvenciones.

Amigos, si todo va bien lo próximo lo escribo desde España, pero nunca se sabe (toco madera).

Un fuerte abrazo a todos.

lunes, 17 de diciembre de 2012

La vie en rose

¡Bonjour carrasquillófilos!

Hoy, para quien no lo sepa, os escribo desde un poquito más cerca. Desde Compiègne. ¿Compqué? ¡Compiègne!

Vamos a situarnos, que os veo perdidos...

¡Aaaah, Francia! Pues sí, bien al norte, como a mí me gusta.
Ya podéis empezar a poneros la boina, pillar una baguette de la Alacena (publicidad superbliminal) y darle al play.

Hacéis mal en no conocer este lugar, pues actualmente es una de las ciudades más importantes del mundo y parte del extranjero.
¿Por qué? ¿Con menos de 50.000 habitantes? Una ciudad que, según algunos franceses reales entrevistados en Londres, merece opiniones como "es donde vive mi abuela", "¿para qué vas ahí?" o "¿de verdad eso está en Francia?".
Pues sí, una de las más importantes por un tesoro que guarda desde hace unos meses y que, sí sois buenos seguidores del blog, sabréis cuál es.


A lo mínimo que sepáis de mí, sabéis por qué estoy aquí y por qué soy la envidia de media España estos días.
Pero no nos precipitemos, que luego empiezo a dar saltos en el tiempo y os perdéis.

Recordaréis que la semana pasada os dejé con la miel en los labios, con la promesa de una semana agitada para compensar la humillante ocupación que me procuró el proyecto. Y cumplí en lo posible, ya me conocéis.

Aunque soy demasiado bueno y siempre ponía cara de pena cuando casi todos mis compañeros de clase, de Erasmus, de pasillo... decían que tenían muchísimo que hacer e incluso exámenes, en el fondo no podía estar contento al sentirme ya de vacaciones.
Es cierto que tenía un par de clases, y que un par de cambios de hora de última hora me molestaron más de la cuenta, pero conseguí aprovechar la semana en lo posible (aunque no respeté mi propósito de ir a todos los entrenamientos de natación, lo siento mami).

Para ser sinceros, la mayor ocupación que tuve esa semana y que me dio la excusa perfecta para visitar el Londres navideño fue la caza de gangas para regalos de Navidad.
El martes por la mañana, exploración concienzuda de todos los mercados de Camden para ir comparando precios e ideas. Más tarde, visité por primera vez este año Harrods, las galerías de compras más prestigiosas, lujosas y caras de todo Londres. Yo creo que el precio sube por lo que le tienen que pagar a los trabajadores para que se pongan los uniformes tan ridículos que llevan, sobre todo en la sección de comida y delicatessen (no faltan productos españoles, por cierto).
Harrods no especialmente navideño. En serio, así está de normal.
Huelga decir que no pude comprar nada de este lugar, pero tampoco me quedé con ganas, sabéis que las pijerías lujosas extremas me escandalizan, me hacen reír, pero no provocan en mí ningún deseo consumista. Lo bueno es que, como en Ikea, te dejan echarte fotos en cualquier lado.
No podéis resistiros a abrazar a este trío, reconocedlo.

Todo es mejor en buena compañía.
Mucho más estilo que en Ikea, aunque aquí también hay rebajas.

 Me gusta imaginar a una pareja. Él con monóculo y sombrero de copa. Ella con abrigo de pieles y pamela clásica.

"Mira a los pobres, cariño, se conforman con hacerse fotos" -dice ella.

"No digas esas cosas, Constance, son sólo proletarios que se conforman con soñar. ¿De qué animal quieres que te hagan el abrigo hoy?"



Mirad si será la tienda famosa y pija que dentro de ella misma en su propio interior laberíntico tienen una tienda de RECUERDOS. Podéis adquirir a precios no razonables cosas como bolsitas y monederos de polímeros exquisitamente decorados (vaya, de plástico con dibujos de gusto... variado), llaveros, tazas para desayunar, peluches, postales...

Aunque es bien famoso por su lujo y alto copete, Harrods se hizo famoso por algo más. Su dueño es el padre del amante/novio/affaire de la Lady Di que murió junto a ella en un accidente de coche. Tienen una estatua muy sentimental e idealizada de ambos persiguiendo una paloma a la orilla del mar y un libro de visitas en el que, 15 años después de la tragedia, te invitan a dejar tus mejores deseos para ambos. Sinceramente, si están en algún sitio, a estas alturas seguro que se han buscado un duplex y no les importa mucho lo que mil desconocidos al día les escriban. Pero bueno, nosotros dejamos nuestra inconfundible marca.

Lo mejor, lo dejo para el final, para premiar a los más pacientes. No os hace falta entrar a Harrods para quedar sorprendidos por el arte que tienen para montar escaparates. Este año la temática es princesas Disney. He puesto también los nombres de los diseñadores por si hay alguien especialmente interesado en la moda. ¡Y qué demonios, para darle más caché si cabe a este fantástico blog!
La Bella Durmiente de Eli Saab
La sirenita de Marchesa





Bella de Valentino
Rapunzel de Jenny Packham
Cenicienta de Versace



















Jasmine de Escada

En fin, es algo que hay que ver si se está en Londres el tiempo suficiente. Lo incluiré en mi guía para visitas (espero que alguien la use pronto), pero no está en el Top Ten, podéis estar seguros.

Pero echad cuentas. No de pasta, que es aún peor, de kilómetros. Todo esto que os digo lo visité a patita. Más los 20 kilómetros del sábado, los que cayeran el domingo... Hice una maratón. Vale, en 4 días, pero yo creo que la hice. ¿La consecuencia? Me salió una llaga prácticamente invisible en el tendón de Aquiles izquierdo (mierda, ahora conocéis mi punto débil) que dolía como un demonio. Y mi paseo del miércoles por la mañana en botazas (en busca de regalos definitivos) no ayudó en absoluto. Así que me perdí el estreno en Europa de El Hobbit, que como es costumbre, reunió a las más distinguidas estrellas del séptimo arte (bueno, vino Gandalf, joe) en Leicester Square.
No os confundáis, sí que intenté ir. Sólo que tardé el doble de lo acostumbrado, en parte por el dolor y en parte por disimular la cojera simulando estar dando un agradable paseo por las avenidas de la ciudad con la gracilidad de un gamo. Así que llegué tarde. La parte buena es que compré los regalos para el amigo invisible y estoy bastante seguro de que he vuelto a acertar. ¡Qué suerte tienen algunos!
Leed bien todos y recordadlo, porque no fue nada fácil conseguir tales presentes. Me pateé medio Londres en busca de la perfección, pasé frío y cojera, pero lo conseguí. ¡¡Ahora sufrid de curiosidad, nunca sabréis quienes son los agraciados hasta el final!!

Por la noche hubo cena de despedida para dos compañeras Erasmus que no volverán a pisar la universidad en Londres. ¡Así de efímera es la vida! Muy bien que lo pasamos, pero el cansancio y la imposibilidad de negarse a aceptar cosas gratuitamente empañaron un poco la noche.

En vista de lo que me esperaba el fin de semana y de que ya tenía todo preparado, el jueves y el viernes intenté hacer lo menos posible para que mi pie se recuperara. ¿Cama? Ni hablar, había maletas que hacer, regalos que envolver, ropa que planchar desde hacía una semana...
Además, averigüé una forma de ponerme las zapatillas de manera que no herían la rozadura. Creaban otras, por desgracia, y en la actualidad tengo múltiples heridas y vejigas, mas no se preocupen, mis poderes mutantes me harán sanar pronto.

Vale, ya dejo de hablar de compras y tonterías, que el sábado por la mañana (tan de mañana que en España aún sería hora de discoteca) tomé el Eurostar rumbo a... ¡¡París!!
Primero, es un tren normal que la mitad del viaje va por debajo de un túnel. No se ven pececitos debajo del mar y ni siquiera el paisaje en ninguno de los dos extremos es especialmente llamativo. ¡La próxima vez me vengo en bus que es más barato, oiga!

Justo a la llegada me estaban esperando, como en las películas moñas, con un abrazo de los que te echan para atrás y te hacen ver, otra vez, que hay cosas que compensan todo lo malo.

Y ya que estábamos allí no íbamos a dejar de visitar una de las principales capitales europeas, ¿verdad?

¡París es relindo! Los edificios son elegantes e imponentes, las avenidas son enormes y con mucho estilo, los turistas abundan y pasear por los Campos Elíseos a veces se vuelve casi tan difícil como conducir por ellos.
¿Que si lo prefiero a Londres? Bueno, hay cosas en que sale ganando, desde luego: en estilo, en la impresión de ir andando siempre por calles llenas de encanto, en la buena comida (puede sonar a tópico, pero hasta en un puesto de bocadillos hacen exquisiteces), los monumentos más conocidos, un sol que realmente radia calor... Y otras en las que no sale tan bien parada, como el metro, el número excesivo de turistas y vendedores y la impresión de que es una ciudad más para visitar que para realmente vivir.

Ya había estado en París años atrás, bien lo sabe una de mis más queridas amigas y seguidoras.
Al volver años después, uno confirma cómo ha perdido la inocencia y la capacidad de sorpresa e impresión.

Uno de los recuerdos más impresionantes de aquella primera vez (ahorraos el chiste) fue el estar en Notre Dame, una catedral que me subyugó. Supongo que ahora, mucho más viejo, sabio y con unos ojos que han visto mucho más, es normal que no sienta aquella primera y honda impresión, pero sigue siendo una verdadera pena.
Antes pensaba que la gente a mi alrededor era fácil de impresionar. Ahora veo que soy yo el que ha perdido esa capacidad.

Y ahora me voy. Lo mejor de Compiègne me espera.

LONDON QUIZ

¿No había acabado ya con el ultra reto de la semana pasada?
Pues sí, no os asustéis, pero el recuento tomará un tiempo que ahora mismo no tengo, así que os dejo con la intriga una semana más.
Además, tengo que preparar también una ceremonia de entrega de premios a la altura de los Oscar.

...venga, baah, una última vez


Esta vez la foto no es mía, pero lo hago más para entreteneros en este frío lunes.


¡Un abrazo!

lunes, 10 de diciembre de 2012

Christmas lights

¡Hola carrasquillófilos!

Si sois fervientes seguidores de mi blog recordaréis que la semana pasada me hallaba embarcado en una dura cruzada para que el día anterior a la entrega de proyecto no me tuviera que quedar hasta las 4 de la mañana en la biblioteca de la facultad como la vez anterior.
Pues bien, misión cumplida. Me fui a las 7. De la mañana, sí.

No sé cómo aguanté despierto.

No me creáis tan ingenuo. Aunque lo de las 7 no me lo esperaba, sabía que por mucho que trabajara y trasnochara, el jueves tocaba pringar. Así que durante la semana no renuncié a los pequeños planes que surgían ante mi. Y destacó especialmente la cena con mis compañeros de la clase de inglés.
Cada uno nos dedicamos a cocinar algo típico de la tierra. Desde España, tuvimos carne con pimientos, tortilla de patatas y otras tapas de categoría cortesía de los valencianos, y salmorejo y berenjenas a la miel de un servidor.
Las francesas nos deleitaron con baguettes, quesos surtidos que jamás había probado, vino tinto y una quiche lorraine, que no se exactamente lo que lleva pero que me dio igual porque estaba para morir de placer allí mismo. El premio al mejor postre se lo llevo nuestra compañera alemana con "a christmassy german dessert with Lebkuchen and Spekulatius". El nombre me lo acaba de decir ella con su propia descripción en inglés. En español sería algo así como "un postre alemán navideño con lebuchen y especulaciones", aunque puede que la traducción no sea correcta porque de alemán ando pegado.

¿Para qué os voy a dar tantos detalles cuando podéis ver el resultado por vosotros mismos?


¡Estas son las cosas que hacen una noche en vela sea más llevadera!

Pero el viernes, tras llegar a casa y dar los buenos días a mis compañeros de residencia, me fui a la cama con la seguridad de que a partir de ese día iba a disfrutar de lo que me quedaba en Londres.

Así que el fin de semana no he parado.
El viernes por la tarde-noche, un concierto gratuito de los Fitzroy6. Suenan muy bien y los podéis contratar para la boda (aunque no le llegan a la suela de los zapatos al Cuarteto Meyer). Hasta me dan comisión si les consigo negocio, ¡así que ya sabéis!

Tuve que abandonarlos para recibir en Victoria Coach Station una gran visita con la que pase un fin de semana enorme.


El sábado pateo de los grandes, como ya es costumbre (casi 20 km, calculado con Google maps).
Aviso a navegantes, si queréis venir a Londres conmigo de guía tenéis dos opciones:
a) Entrenad duramente el caminar antes de aparecer por aquí.
b) Pagadme el billete de metro para el todo el día.

Tower Bridge, Tower of London, Monument, St Paul's Cathedral (con rodaje de peli incluido, Thor II. No veáis los super efectos especiales y lo que arman para grabar a un chino asustándose), Thames, Convent Garden, Trafalgar Square (con concierto de villancicos), Admiralty Arch, Horse GuardsBig Ben, Houses of Parliament, Leicester Square, tienda de M&M's, Picadilly Circus, Soho, Regent Street, Carnaby Street, Oxford Street, Hyde Park, Winter Wonderland... y terminamos el día con una cervecilla o sidra en el bar de la facultad. Lo mejor de lo último fue encontrarnos ahí a dos de mis compañeros de resi, que cuando beben son bastante más sociables. Lo peor, los elementos que cayeron en la noche de karaoke. Worst singers ever.

Como habéis podido ver en las fotos, que he intentado elegir actualizadas, las luces de Londres son bastante llamativas. Y es que la navidad aquí se la toman muy en serio. Las cafeterías tienen sus propios cafés navideños con vasos especiales, los supermercados bullen con productos de la época, McDonald's tiene su propio menú festivo, todos se compran jerseys navideños (de gusto cuestionable), hay conciertos de villancicos, regalan dulces típicos navideños...
Sería demasiado contar aquí todas las cosas que se ven, pero os contaré una especialmente llamativa.
Oxford Street es una de las calles más conocidas de Londres. No tiene nada de particular salvo cientos de tiendas. Esto es suficiente para que el encendido del alumbrado de la calle fuera todo un evento que contó con la presencia de Robbie Williams. ¿Y en qué consiste el alumbrado este año? En publicidad.
Sí amigos, Marmite, un producto cuya descripción es bastante desagradable pero que viene a ser una salsa saborizante está en las luces con su famoso eslogan "love it or hate it" (ámala u ódiala). Y podemos ver, por ejemplo, a Santa probándola y vomitando a continuación (sí, se mueven). Por lo visto aquí el marketing es bastante raro, pero por ahora no me voy a comprar ningún bote.

Sigamos después de este largo paréntesis.

El domingo fue algo mas tranquilo, fuimos a ver el cambio de guardia en Buckingham Palace. Es muy largo, hacia mucho frío y con tanta gente no se veía demasiado bien, pero es de esas cosas que hay que hacer cuando uno esta en Londres, ¿no?
Luego, mientras mi invitado disfrutaba de los mas importantes museos de la capital, yo tenia unos negocios que arreglar con mis compañeros de piso: ¡¡comida de navidad!!
Gracias a Dios, la organizadora está un poco arruinada también y no fue demasiado caro. Poco mas de el doble de una pinta en un bar. ¿Es barato comer? No, es muy caro beber en un bar.


Lo de "bueno, la cerveza es cara, pero al menos me llevo un vaso" es un argumento que va perdiendo fuerza exponencialmente. La variable independiente en este caso es el contenido monetario de mi cartera.

Esto es todo por ahora. Prometo que esta semana la aprovecharé para dejaros una entrada que merezca la pena. Por cierto, no puedo asegurar que esa entrada salga puntualmente el lunes, pero prometo hacer lo posible. No os asustéis, tengo una razón tremendamente buena esperándome.


LONDON QUIZ

Queridos y queridas seguidores y seguidoras. ¡La foto de hoy es un poco cotilla!

Sí, probablemente sea la última antes de la entrega del esperado trofeo, así que es chunga de verdad. ¿Dónde está esto, queridos amigos? Y de hecho... ¿qué demonios es esto?


¡Un abrazo!

viernes, 7 de diciembre de 2012

La neige!


Hola Hola seguidores!!!!!

Parece mentira, ni yo mismo me lo acabo de creer, estoy publicando dos entradas seguidas a tiempo.



Quizás se me hace raro tener que contaros solo una semana, pero no importa, sacaremos las mejores armas. Y creo que empezaré con otro viernes made in Compiègne, tan parecidos y a la vez tan distintos, con sus cosas. Esta vez sin Pic’asso, se inicia directamente la velada en casa de los mexicanos, donde curiosamente aún no hay casi nadie, y eso que yo llegaba ya 2 horas en teoría tarde. Tan raro que incluso el organizador, no llegó hasta aún 2 horas más tarde, pero no pasa nada porque teníamos a otros buenos anfitriones que supieron animarnos.

En poco rato se armó la gorda allí, empezó a aparecer gente a saco, de todas las nacionalidades. Música buena (algo de Mago!!!!), buen ambiente, ganas de fiesta, mucha marcha y diversión; incluso pude ver una “fuente” mexicana (así descrita por un español, que no soy yo). Como termina la noche? En casa de unos franceses apadrinados por argentinos, y jugando a truco argentino, bonito juego de cartas que tiene su variante española.

Y a lo que últimamente me he acostumbrado, gran viernes y finde tranquilo, de trabajos en grupos e individuales. Y en uno tengo que trabajar con un notas melenas que creo que no conoce la palabra champú ni acondicionador, ni que es; joder que ascazo, y encima quedamos en su casa, os podéis imaginar acorde con el tipo.

Menos mal que el finde terminó bien, viendo una buena peli en gran compañía “21 black Jack” en español subtitulada en mexicano, no coincide ni una mísera frase para decir “buenos días”.

La semana como se desarrolla? Pues con las mismas clases de siempre, y más quedadas para trabajos. Pero por cosas caprichosas, esta semana ha tenido su toque especial. Un martes de cena, fajitas para despedir a nuestra amiga alemana, que se nos va antes de tiempo por circunstancias adversas. Miércoles, apagón bestial en todo el vecindario (menso mal que me pilló entrando en el portal y no en el ascensor), y que hacer en ese momento? Una siestaaa!!! A las 8 de la tarde/noche jajajaja.

Ya tengo todas las notas de los medianos, y todo guay. Pero lo que me sorprende es que en uno de los exámenes ha suspendido la mitad de la gente, hay que ser torpe cuando tienes todos los apuntes delante, y te ponen lo mismo que en clase, pero con menos tiempo. Es que esta gente…

Y el jueves por fin Pic’asso, hacía ya a tira de tiempo que no iba, hubo  una divertida noche internacional dedicada a todos los Erasmus, y luego fiesta por el cumple de Silvia! Un beso y felicidades, hoy sigue siendo tu cumple!!!! Fiesta grande, por todo lo alto, con franceses borrachos liándola parda allá donde van, música güena, y ricos bizcochos de mi cocinera Nat, que ya sabe hasta que punto se relame el chocolate XD.

Con la cumpleañera y la cocinera


Y hoy viernes al fin, la tan esperada nieve!! Amanece todo blanco, blanquito. Lo curioso de este sitio, es que hace un frío de mil cojones, pero tiene muy poca altura, así que o baja la cota de nieve o la pintamos.
El caso es que si no nieva, con las heladas que hay aquí, las calles se convierten en verdaderas pistas de patinaje, hay que andarse con cuidado.

Desde mi cuarto

De camino a la UTC



























Señor@s, esto es todo por esta semana. Tengo las cosas preparadas, para el finde en Estrasburgo, salimos mañana bien tempranito. Y nos han avisado de mucha nieve, y -10oC
Un abrazo fuerte para todos!

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Weihnacht irgendwo

  Hola piradillos!!

  Ya tocaba tener noticias en die Alfön no?? Paso a contaros todo ya sin perder ni un segundo.

  Del último finde de noviembre cabe destacar que por fin... ¡encontramos las pirámides!! Y la razón por la que no las vimos antes es porque están en la quinta polla bastante lejos de aquí. Para hacernos los aventureros nos fuimos andando, y dimos con un importante obstáculo al llegar al único puente que conecta el sur de la ciudad con las pirámides. Estaba bloqueado por una tremenda avalancha de fans del Cottbus Energie volviendo a casa. ¡Madre mía! ¡Ahora sé dónde se mete la gente en este pueblo! En serio, ¡tuvimos que esperar más de una hora para pasar! Cuando conseguimos cruzar, aunque el día se oscureció un poco (a las 4 de la tarde, ya sabéis) pudimos disfrutar de este maravilloso paisaje:



  Esto forma parte del enormísimo Branitzer Park, diseñado al más puro estilo inglés por el duque Pückler-Muskau en el siglo XIX. La tumba de este pobre hombre y su mujer yacen bajo la Wasserpyramide.

 Con el frío ya dando caña, nos empezamos a pensar dos veces lo salir y apartarnos de nuestra amada calefacción, así que hemos estado más en plan de spontaneous meetings. El ante pasado domingo fue un día de muchas risas en casa con la visita del pequeño Nino y sus padres, jugando a la Wii, con la desventaja de no enterarme nunca de las reglas en alemán :p Ese terremoto germano nos dejo el piso patas arriba!


  Y el pasado miércoles tuvimos un almuerzo en el piso con unos amigos iraníes, a los que dejé locos con mis tartas vegetales. ¡Somos los mejores anfitriones!! El almuerzo era una excusa para quedar de party por la noche, pero como ya os comenté, aquí las cosas hay que avisarlas con demasiado tiempo para mi gusto. Así que lo postergamos hasta el día siguiente, cuando se celebraba la fiesta de la cultura polaca en otro garito cutre cerca de la uni. Conclusiones: los polacos se emborrachan a muerte y muy rápido. Para la hora que estaba acordado empezar la fiesta, ellos ya iban doblados. Flipé con una bebida que hacen con rodajas de pepino y con unas tostadas con la mantequilla más grasienta que he probado en mi vida. Y la música consistía en pasar a versión techno cualquier canción del mundo. En fin, donde fueres, ¡haz lo que vieres!

  Este último fin de semana se ha ganado el título de "finde de los mercados de Navidad", o de los Weihnachtmärkte, como los llaman aquí. ¡Nos hemos recorrido todo! Empezamos el viernes en Berlín, pero llegamos un poco tarde y sólo pudimos ver la parte de Alexander Platz. No importa que sea Navidad, no importa que sea viernes, no importa que sea la capital del país. Los chiringuitos cierran a las diez y punto pelota. En el mercado te encuentras de todo, casas-tienda de millones de tipos de adornos para el árbol, puestos de comida, puestos de ropa, puestos de regalos, y lo más importante... puestos de Glühwein!! Es vino caliente con hierbas que tienes que beber, te guste o no, para sobrevivir al frío. Las reglas para beberlo son, no olerlo antes de ingerirlo y beberlo muy rápido, porque en frío es una asquerosidad. Por supuesto se puede aliñar al gusto, con Amaretto o ron. Y lo más chulo es que pagas por adelantado por la taza navideña, y si te gusta, pues te la quedas.

    El sábado recibimos la visita de la familia de Roy al completo, padres, hermano y perro. Nos trajeron un montón de adornos para el piso, y después nos fuimos al Weihnachtmarket de Cottbus. ¡Ganamos dos botellas de vino en la feria! Comimos platos típicos navideños y nos montamos en la súper noria, donde me moría de risa con las caras de vértigo del pequeño Tom.



   Lo que más me gusta del mercado es que es para todo público. Allí ves niños, jóvenes y viejos. Todo el mundo encuentra su sitio. Cuando terminamos de recorrer la mierdecilla de el escueto mercado de Cottbus, nos montamos en el coche a por más aventura: ¡mi primer Flohmarkt! Literalmente se traduce por mercado de pulgas, y viene a ser un gigantísimo mercadillo de cosas de segunda mano.



  Me esperaba algo al estilo americano, pero es más bien un mercado de antiguedades, tiene pinta de que se venden cosas de gente muerta o algo así. Ves de todo, juguetes horripilantes, chapas de militares, monedas, muebles, videojuegos, máquinas de escribir, joyas... Yo me pillé una lámpara chachi piruli para mi cuarto ¡Está permitido regatear! Me ha gustado mucho la experiencia, lo mismo me convierto en una caza reliquias.

  Y rematamos el finde llendo el domingo al Weihnachtmarket de Dresden, donde quedamos con crazy Sarah otra vez y con su crazy novio Sebastian. Si se trata de una ciudad con encanto de por sí, con el mercado de navidad, ya es una pasada. Está a lo largo de toda la ciudad, repleto de gente. Nos pusimos hasta arriba de Glühwein y Sebastian compró todo lo que vio a su alcance. Fue un domingo memorable, por supuesto con carrera final para no perder el tren de vuelta.




  Y por último, de esta semana, os dejo algunas pics de la fiesta del cumple de Moi en la resi y de la segunda parte de la exploración al río con Milad y Mina. ¡Quién iba a decir que estos asiáticos iban a ser tan petardos!!








  Nos vemos el próximo miércoles!! Bis dann!!
  

martes, 4 de diciembre de 2012

Carry on

¡Hola carrasquillófilos!

¿Cómo ha ido esa semana? Espero que mejor que la mía porque, a pesar de lo que pueda parecer, no todo en Londres es jolgorio y diversión. Bueno, puede serlo, pero yo tengo demasiado trabajo y demasiado poco dinero...

Aún así, no os decepcionaré, que ya os lo prometí desde el principio. Si alguna vez tengo una semana floja, no worries, aquí se aprende algo nuevo de este gran país.

Pero comencemos por el comienzo...
Intentando quitarme el proyecto lo antes posible para no volver a estar 19 horas encerrado en la facultad...
...he aquí que no he hecho mucho más, a pesar de mi enorme interés por conocer al dedillo esta magnífica ciudad y lo que ofrece (gratis). Además, mis compañeros de grupo están más agobiados aún con otras asignaturas y adivinad en quien recae el peso de ese trabajo. Pero oye, lo llevo con gracia y salero.
Hasta las salidas de tono del ChemCad, yo no me ofusco por nada...

Los eventos de la semana fueron:

a) El lunes, por despecho y rencor y por recomendación de una italiana que conocí en Edimburgo, fui a ver una exposición de fotografía. No soy tan hypster, pero no sé llevar la contraria a una hermosa damisela.
La exposición en sí mostraba las fotografías ganadoras del concurso World Press Photo de 2012.
Mayoritariamente eran fotos relacionadas con el periodismo más que con el arte en sí, así que veías a Gadafi  muerto o ciudades devastadas (o casi desbastadas) por el tsunami de Japón. Pero también había fotografías de historias (mayoritariamente tristes), de naturaleza o de deportes.
¿Recomendación? Si tenéis la oportunidad y el tiempo y en la calle está lloviendo, id a verla. Como en cualquier exposición, siempre se aprende algo, te abren los ojos y ves el mundo de otra manera. Además...

Pero si no tenéis tiempo/ganas/oportunidad o, simplemente, tenéis mejores cosas que hacer, las mismas fotos se pueden ver por internet.
Eso sí, leed las descripciones mientras veis las fotos. Es como más se aprende.


b) El sábado, por hartura y sentimiento Erasmus, salí de fiesta casi inesperadamente. Fue divertida, conocí buena gente y al fin encontré un sitio que cierra a la española. Comí en cocina ajena y dormí en habitación ajena. La próxima vez intentaré ir con pijama, que hace fresquete.

El resto del fin de semana transcurrió medio desagradablemente, pero hubo quien supo apoyarme. Y hasta aquí puedo leer, ¡el que me conoce lo sabe!

¿Y qué es lo que vais a aprender hoy en este inmejorable blog? Algo realmente muy británico, que no se conoce demasiado en el extranjero pero que estaría bien que se aplica más en la cotidianidad de nuestras vidas. Es este sencillo póster, que da título a la entrada:

Pues para quien no lo sepa, el "Keep calm and carry on" es lema nacional y puede verse en mil objetos y con diez mil variaciones. "¿Mensajeras?" preguntaréis. "Pues no, no tensajero".
Como muestra, un botón (un botón y muchas más cosas, oye):





Bueno, y así podría tirarme días enteros con el dichoso eslogan la británica frase.

Para comprender bien la curiosa historia de cómo esta frase tan sencilla se hizo tan famosa tenemos que remontarnos a la segunda guerra mundial.
Como sin duda sabréis, este país tuvo un gran papel en el enfrentamiento y toda la sociedad estaba marcada por la guerra. Y cuando digo toda, es toda. Hay museos de la guerra en cualquier ciudad británica y la WWII (World War II) tiene un papel muy relevante. Hubo enfrentamientos, bombardeos, se pedía a los hombres que se alistaran en el ejército, a las mujeres que se hicieran enfermeras amateur o que comenzaran a trabajar en fábricas de munición y armamento.
En las grandes ciudades, en algunos edificios, aún se ven los huecos de verjas arrancadas que fueron "donadas" para convertirse en munición durante esta época.
Probablemente no hayas vivido una guerra, pero está claro que algo así marca a un país. ¿Qué os voy a contar?

En aquella época, un medio muy común para envalentonar a la sociedad eran los carteles. Y vaya si había:

Pero entre todos ellos, había dos que destacaban por su elegancia y simplicidad. Destacaban tanto por ello, que nunca destacaron demasiado...
"La libertad está en peligro. Defiéndela con todas tus fuerzas"
"Tu valor, tus ánimos, tu determinación, nos traerán la victoria"
Y todos estos carteles y muchísimos más se crearon, editaron, imprimieron y distribuyeron a lo largo y ancho del Reino Unido tan pronto como estalló la guerra. Parece que los británicos tienen una confianza inconmensurable y apelan a ella en los momentos difíciles. Parecían seguros de que todo les iría bien, como reza el último cartel azul.

Sin embargo, existía un tercer cartel que nunca vio la luz.
Existía un cartel en esta serie diseñado específicamente para el caso de un desastre. Ante una invasión o una seria derrota, los carteles jactanciosos serían sustituidos por un lema mucho más humilde:

"Mantén la calma y sigue adelante"

Tan seguros no estarían los británicos de su victoria. Se imprimieron 400.000 copias del primer póster  800.000 del segundo y 2.500.000 copias del "Keep calm and carry on". Dos millones y medio de copias que jamás vieron la luz pública.

Hasta el año 2000, del que no hace tanto. Una librería de segunda mano encontró el cartel y comenzó a vender copias en petit comité (en la primera foto podéis ver el cartel original el dicha librería). 
Quién sabe si por la simplicidad o el mensaje alentador que nunca viene mal oír, en 12 años el cartel es un fenómeno nacional y, como habéis visto, aparece en los rincones más insospechados.

Sólo hay una cosa más variada que los objetos en los que se imprime el cartel y son las variaciones y parodias que se han hecho del mismo.






Y así podéis googlear miles y miles. ¿Que no os gusta ninguna? Pues no hay problema, te puedes hacer la tuya propia aquí.

Espero que os haya gustado. Para ser honesto, tengo una postal con el dichoso lema y de verdad que levanta el ánimo.
Os dejo con una canción que tiene algo que ver, espero que os guste "Carry on" de Fun:



"If you're lost and alone 

Or you're sinking like a stone 
Carry on 
May your past be the sound 
Of your feet upon the ground 
Carry on"










LONDON QUIZ

¿Cómo os va chicos? En realidad sigo con esto en honor de una persona que nos sigue desde muy primerísima hora y a quien se lo agradezco. ¡A pesar de ser una quejosa!


¿Ande andaré? ¡¡Venga que es super fácil!!

Y ya sabéis:



¡Un abrazo!