lunes, 31 de diciembre de 2012

Un año más

¡Hola carrasquillófilos!

Sí, esta noche es Nochevieja y mañana 2013, pero también es lunes. Y aunque corro un riesgo inconmensurable de que esto no lo lea ni el tato pase desapercibido para nuestros, por otra parte, fidelísimos seguidores, hoy toca Carrasquillation.

Nada de Londres ni París hoy, lo siento. Bajamos un poco la escala pero en ningún caso el listón, pues viajaremos a la España profunda que guarda pequeños rincones y enormes personas.

El lunes pasado (Nochebuena) transcurrió con comida familiar y programas cutres en la tele. Pero después, fiesta que ya es tradicional en casa de F. con su superjuego incluido, el Salvsgammon que, aunque un poco más largo de la cuenta, nos proporcionó grandes momentos de diversión. Yo diría que casi es un juego educativo, pudimos aprender qué haría quién en caso de homosexualidad de la pareja o de encontrársela toqueteándose allí donde el sol no alumbra. Gracias de nuevo a su creador, S.

¡Ah! Gracias también al amigo invisible. Creo que aprovecharé sus regalos más de lo normal...

Otra cosa que se echa de menos y me alegró fue el regreso a los ensayos de la banda. Tiempo sin tocar, pocos ensayos disponibles y problemas de presupuesto variados que no merman nuestra ilusión (si alguien de la banda lo lee, ya sabe que es tiempo de buenos deseos y que esto es un blog bonito y sentimental, espero que se me perdone la mentira). Todo esto concluyó ayer mismo con un gran concierto de fin de año, casi casi igual que el que podréis disfrutar mañana temprano como es costumbre. Lo importante es que el público aplaudió a rabiar, no se puede pedir más.

El resto de la semana transcurrió sin incidentes, lenta y aburr.... ¡¡QUE VA!! Viaje express a Granada para ver a mis ingenieros químicos favoritos. Salí el jueves a las seis de la mañana y volver a casa el viernes por la noche, pero en medio (aparte de 6 o 7 horas de bus) mil y una risas y experiencias en Cogollos de la Vega. ¿Co-qué? ¡Pues Cogollos de la Vega!
Donde Sauron perdió el mechero.
Un pueblecito cerca de la capital, bien alto y bien frío (no para mí, chicarrón del norte, por supuesto) con paisajes espectaculares y tranquilos, donde se ve el cielo azul, una lámpara mágica que hay que luchar por frotar o las estrellas en la noche tumbado al borde de una piscina congelada. Gracias a nuestra anfitriona A. por ser más buena que el pan.

Pero no importa la leña que haya que cortar, los macarrones que haya que cocinar o la resaca que haya que soportar, nada pesa cuando se está en buena compañía:

Una despedida de urgencia en la mayoría de los casos. Por si no me dio tiempo a decíroslo os echaré de menos (aunque no mucho, seguro que os vuelvo a ver pronto).

Y a la vuelta, un sábado triste pero tranquilo, con comida familiar incluida, eso sí. ¡Cómo crecen las primillas! ...saben ya más que yo, las joías.

Ayer por la noche una fiesta de disfraces que será difícil de olvidar. Las risas no se pudieron soportar gracias a un showman muy particular. Y me puse de pizza hasta los topes, que nunca está de más. La parte mala, que hoy me miré en el espejo y ya ni con todo el optimismo del mundo se atisba mi tableta de chocolate... ¡Tanto trabajo lujurioso para nada!

Dicen que está bien que a final de año hagamos recuento de lo que hemos vivido. Supongo que para aprender de ello, para amarrarnos a los recuerdos felices y coger valor para afrontar un año nuevo y desconocido.
Podría pensarse que no tengo nada que agradecer al 2012 y, para ser sinceros, si hubiera tenido la certeza de que el fin del mundo iba a acaecer el 21 de diciembre, me habría quitado de en medio mucho antes...

Sin embargo, haciendo un esfuerzo para quitarme la fea costumbre humana de centrar la atención en lo malo, la desgracia y la tragedia, no puedo evitar sonreír cuando me acuerdo de los días en Cuba. O cuando pienso en que bajé las escaleras del Aula Magna después de un discurso de graduación que, simbólicamente, ponía fin a un periodo de la vida impagable, pero que nunca volverá.
Puedo recordar cada momento en que alguien me apoyó y, aunque sé que la base de eso es triste, te hace valorar a quien tienes más cerca, a quién debes nada menos que tu felicidad y tu cordura.
Me acuerdo de un verano lleno de experiencias. De Edimburgo y las tierras altas, de La Mamola que por fin conocí y de su gente. Me acuerdo de disfrutar de verdad.
Recuerdo las despedidas antes de partir a Londres, de todo lo que #todosmisamigos hicieron para ayudarme a dar el paso. Ahora sé que, aunque cada uno esté en una esquina del mundo, hay lazos que la distancia no puede disolver (aunque hay que ponerle empeño, ya os aviso).

No me he hecho más valiente en Londres, pero he descubierto que esa valentía ya venía conmigo. He aprendido y conocido tanto en solo 3 meses que no puedo pensar que nada malo vaya a salir de esta experiencia, aunque sé que me miento.

Dicen también que hay que buscarse buenos propósitos para el año que recibimos. Os confieso que mi manía era hacer buenos propósitos para verano y luego tener el placer de no cumplirlos. Pero nunca pienso demasiado en cambiar algo de mí. No porque sea perfecto, sino porque me falta constancia.
Me conformaré con intentar fijarme más en lo bueno que los días traen, con aprovechar y disfrutar las oportunidades que se me brindan.

¡Un abrazo y feliz 2013!

11 comentarios:

  1. ¡Mi año terrible fue 2007! ¡Y el tuyo ya lo dejas atrás hoy! Pero como eres un tío tan majo y tan capaz, no me hace falta decirte nada; ya lo has dicho tú arriba. ^^

    ¡No tienes que cambiar nada! Simplemente sigue p'alante. :) Con una sonrisa o sin ella, según el día, pero siempre adelante.

    ¡Yo al 2013...qué demonios, le pido muchas cosas! Pero la primera es el cambio, supongo. ^^

    ¡Feliz Añooooo! Ya ves, alguien te lee.

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    1. ¡Suerte que tengo de que mi lectora sea de tan elevada calidad!

      Feliz año a ti también. Espero que llegue el cambio. Y más aún espero que sea a mejor.

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  2. Para mí el 2012 ha sido el año de las decisiones y las experiencias. Me quedo con las buenas. Te deseo lo mejor.

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    1. Todos los años hay que tomar decisiones y experiencias, solo que con la edad y la responsabilidad son más difíciles. No creas que el 2013 no será ese año de nuevo. Y el 2014, 2015...

      ¡Quédate con todo!

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  3. Joselu estoy segura de que este nuevo año traerá cosas muy buenas, pero creo que la clave está en saber disfrutar de cada momento o experiencia y no estar siempre esperando, porque nos olvidamos de lo presente. Esta entrada es muy bonita y perfecta para despedir el año, yo he compartido contigo muchos de esos momentos y no se olvidan.
    Espero que en este 2013 recopilemos un montón de días como estos últimos en ¿Co-qué? jajaja fue estupendo teneros a todos allí.
    Un beso enorme y feliz año nuevo!!

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    1. Gracias Amparo!! Me alegra de que te gustara tenernos por ahí, pero no se me escapa que no nos vuelves a invitar. Tu mobiliario lo agradecerá =P

      Besos!!

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  4. Joder, tengo que decir que esta entrada supera con creces a la anterior, que acabo de leer. Sin duda la mejor del blog.
    Jose te damos las gracias por estar siempre ahí. Y el 2013 lo veo como un buen año para todos nosotros, te lo aseguro, palabrita del niño Chuck!!!

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    1. Bueno, para ti el listón está bastante alto, la verdad! Pero sé que aún puede mejorar y así lo espero ;)

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  5. Guapo!!! Que bonita entrada!! me he emocionado y todo!! Tu positivismo ya empieza a hacer efecto :)
    No se de donde la has sacado, pero AMO esa foto de los 11 juntos!! Por fin todos con los ojos abiertos!
    Concuerdo con Ana en lo de seguir siempre p'alante, pero discrepo en lo de sonreir, muestrate feliz al mundo siempre, siempre hay un motivo para estarlo (tenerte de amigo es uno muy claro). El 2013 no sabe lo que le espera contigo en pie. Abrazos intraeuropeos!!

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    1. No me digas esas cosssas, que me sonrojo!!

      Amiga mía, todo es un balance. Siempre hay motivos para reír como siempre hay motivos para llorar, pero no podemos hacer las dos cosas a la vez!
      Creo que sale más a cuenta pensar que llorar no es bueno ni malo, llorar de verdad es simplemente inevitable.

      Un abrazo para ti también, sé que te vendrá bien por las tierras yermas y frías ;)

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