martes, 30 de abril de 2013

Happy...

¡Hola carrasquillófilos!

¡Qué semana! ¡Qué emoción! ¡Cuántas cosas que contar! ¡Cómo intento engancharos para que leáis hasta el final de forma estúpida!

Momentazo de la semana. Tenía un examen el 29 de abril. Tenía tiempo. Por suerte, se me ocurrió comprobarlo, porque en realidad era el 25. ¡¡Bien!! ¡Estudio intensivo!
Pero no os preocupéis, el espíritu erasmus se adueña de mí y la mediocridad no me preocupa tanto. Entre otras cosas porque estas asignaturas ya las hago de sobra, por "diversión" y por aprender algo nuevo. Así que el estudio de "Diseño y control de reactores bioquímicos" fue ligero, superficial y salpicado de capítulos de la divertidísima y estúpida Modern Family.
La parte mala, se me está pegando el acento "inglés" de Gloria (Sofía Vergara).


En fin, los tres primeros días de semana se pasaron a lo tonto, sin ningún evento en particular, pero con uno siempre en la cabeza... Lo que he dado en llamar el "Birth... wait for it... dary!".

Si a alguien le interesa, que lo dudo, el examen fue muy bieeeen, contesté a toooodo y hasta me sobró tiempo (love you, mami!). Si alguien quiere una versión más fidedigna de la susodicha prueba, que me lo haga saber en privado.

Para una vez que cumple uno años en Londres, me monté una super fiesta. Casi 50 invitados, comida, skittles vodka casero, outfit nuevo y elegante y, después, fiesta española en un barco-pub de original nombre: Bar&Co.
Entre tanta cosa que preparar el principio del cumpleaños fue de infarto, recibiendo gente, acabando sandwiches y buscando tenedores, pero poco a poco todo se calmó y fue como la seda.
Todo el mundo acabó bien contento y satisfecho, ¡sobre todo yo con tanto regalo!

¡¡Gracias a todos!!
Los exámenes no perdonan a nadie y, por desgracia, muy poquitos de los veintitantos que se presentaron al principio pudieron seguir el ritmo hasta el lugar de dancing oficial. A ritmo de Estopa, sarandonga, Melendi, "volare uouo" y hasta Alaska, bailamos hasta que nos dolieron las piernas.

He tardado más en publicar por esperar a que me mandaran algunas fotos del cumpleaños. Las mejores creo que aún no las tengo, pero os dejo una pequeña muestra.

Después de una noche memorable, el día real de mi cumpleaños fue un remanso de paz y tranquilidad. Me levanté tarde, desayuné las exquisiteces que había preparado para mí solito y me puse a ver series, leer y descansar. Vale, reconozco que al final del día todo se volvió un poco deprimente, pero al día siguiente ya tenía plan para compensar.

Así que ayer, domingo, taché de mi lista una de las cosas que tenía que hacer aquí: visitar Brick Lane y toda esa zona de Shoredicth.
Para los que no están por aquí, Brick Lane es técnicamente una calle (¿qué esperabais?). Pero los domingos ponen un mercadillo de lo más cutre alternativo donde la gente vende cosas de 2ª, 3ª o (n^m)! mano. Algunas también son nuevas, todo hay que decirlo. Y eso sí, los precios no tienen competencia: libros 4 a 1 libra, ositos de peluche, cepillos de dientes, tiradores de cajones, lámparas de dentista, macs del año de la pera sin teclas, pendientes enormes hechos con sacapuntas o limones de plástico gigantes... Yo saqué en claro que si te vistes aquí, mejor no pises tu pueblo de nuevo. Vamos, ni medio Londres casi...

La gracia es que el barrio está decorado con las cosas más bizarras y fuera de lugar que puedas imaginar. Como estas:
Bicicleta con abrigo de punto, desnudo y una Barbie sin ropa.
"Gracias por tu sonrisa terapéutica"

Escena cotidiana con cabina a cm del suelo.
También en la zona visitamos un mercado de flores, donde se vendían 3 lirios a 10 libras, por ejemplo. La gente iba y se llevaba sus palmeritas, sus limoneros, sus azaleas, tulipanes... Todo muy bien puesto y muy lleno de gente.


La última parada del día (antes de una cerveza con conversación) fue el parque-cementerio de Abney, donde se rodó el video musical de "Back to Black", de Amy Winehouse:

Fue un día memorable. Gracias a M, M, M, N y A por hacerlo tan agradable. Y por los videos tontos de YouTube, por supuesto.

Solo me queda agradecer, aparte de a mis Londoners de prestado, a todos los que se molestaron en regalarme algo, por muy lejos que estuvieran. Seguro que se da por aludido quien debe.

¡Un abrazo!

martes, 23 de abril de 2013

Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen (y no soy Alfon)


¡Hola carrasquillófilos!

¿Cómo puedo permitirme este retraso en la publicación del blog impropio de mí?
Pues la verdad es que no tengo una gran excusa, simplemente se me olvidó porque ayer estuve todo el día estudiando (y viendo Modern Family). Para compensar, por ser el día del libro, pronto mi cumple, haber pasado las 10000 visitas (¡gracias!) y porque me da la gana, CONCURSO ESPECIAL al final de la entrada. Pero antes, la semana...

Destacó con mucha diferencia en las categorías cultural y del postureo mi visita a la Royal Opera House.
Vale, no pude permitirme champán ni canapés y, para colmo, me había dejado el monóculo en casa. Pero fue una noche mágica. ¡Como la flauta que vimos!
Todo empezó de improviso cuando mi encantadora compañera de pasillo G (que nunca leerá esto, porque no lo entiende, para empezar) me informó de que habían salido a la venta las últimas localidades para la función de "Die Zauberflöte" aquella misma tarde. No me lo pensé y me compré la entrada más barata apropiada a mis necesidades. Como soy un chico joven, decidí ver la función entera de pie (3 horas). Y, como he crecido una barbaridad, me tomé a risa eso de "not suitable for people of short stature". Vaya, que no había presupuesto para más.

¡La primera vez que voy a la ópera y fue impresionante! Probablemente fue un poco por la propia obra (La Flauta Mágica de Mozart y no, no es la versión porno) que parece ser de las óperas más entretenidas y ligeras y, además, que tiene pasajes musicales muy conocidos por todos:


Después, por si no hubiera quedado bastante alternativo, cenamos en un restaurante en Covent Garden de un chef famoso. Me apuesto un ojo y medio a que el chef por ahí no estuvo, pero el nombre se lo dio (a cambio de parte de los beneficios, me imagino). Pizza de rabo de buey, ensalada de brócoli y almendras y patatas fritas.
Tras una búsqueda infructuosa de heladerías a eso de las 11 en Londres, decidimos ir al Sainsbury, comprar tarta, helado de vainilla, helado de dulce de leche y un bote de nata montada y pimplarnos todo junto en la residencia. ¡Anda que no dormí bien!

Con la vuelta de L se renovaron los eventos típicamente Londoner.

El miércoles nos fuimos a dar un paseo por los canales, desde las exclusas de Camden hasta una parte de la ciudad conocida como "Little Venice". No, no se parece en nada a Venecia, pero tiene canales y el nombre es muy comercial.
No es de las cosas que se hacen en una visita "corta" a Londres, pero el paseo primaveral bajo el sol fue la mar de bonito y agradable. Además, las personas que viven en los barquitos están hechos unos modernos y unos Diógenes y tenían toda clase de tonterías alrededor de sus casas flotantes, lo que daba al entorno un carácter bastante alegre e infantil a la vez.




Sí, no fuimos a ver el funeral de la Thatcher, pero yo creo que el cambio mereció la pena.

El sábado decidimos ir al festival de San Jorge que se celebra en Trafalgar Square.
Bueno, san Jorge es el patrón de Inglaterra y se celebra el 23 de abril (o sea, hoy). Pero como los sábados da más gozo celebrar las cosas pues ahí estaban los ingleses haciendo cosas típicas de ingleses, a saber, comer, comer, colorear si eras menor de 10 años, escuchar grupos de música alternativos y jugar al crocket, que habían puesto un minicampo para probarlo.
Desde luego que no llegaba a la altura de lo que montaron en san Patricio, pero aún así nosotros nos fuimos ahí con nuestras banderas inglesas a echarnos fotos darlo todo.
Ya aprovechamos para ir de tiendas y pasearnos por la calle de más alto copete de Londres (Bond Street, la nueva y la vieja). Con sus chaneles, diores y tiffanys eso era lo más de lo más (caro). Aproveché para comprarme unos trapitos (del Primark, no os engañéis) por mi cumple (por cierto, se aceptan regalos; me gustan los ebooks y pasear por las playas del Caribe).
¡¡Feliz Saint George's day!!
Y ya desde entonces, estudio intensivo. Mi primer examen, este jueves, versa sobre el diseño y control avanzados de reactores bioquímicos. Y mis ganas de estudiar y concentración no están para trotes, así que haré lo que pueda poquito a poco.

Así que, ya que estamos, os contaré algunas de las peculiaridades de estos inglesitos cuando llega el tiempo de estudiar.

1) Tres meses de periodo de exámenes
Todo abril (del 22 de marzo al 22 de abril) es tiempo 100% vacacional. No hay clases, no hay que ir. Se supone que es para que te pongas al día de todo para los exámenes, que son durante el mes de mayo mayormente.
¡Chollazo! ¿No?
Pues eso parece, hasta que descubres en tu "examination timetable" que, en vez de ponerte 6 exámenes en cuatro semanas que hay te ponen 6 exámenes en cuatro días. Todos juntos a mogollón. La ventaja es que hay gente que termina el curso oficialmente el 8 de mayo. La desventaja es evidente.

2) ¡Sorpresa! ¡Exámenes!
Parece ser, que a pesar de llevar estudiando como 10 años antes de entrar en la universidad, no saben lo que es un examen. Se sorprenden de toooooodo lo que tienen que hacer porque el resto del curso se lo han pasado de fiesta. Debo decir que esta actitud es más típica de los alumnos de primer año, en general la gente es razonablemente responsable. Cuando está sobria.

3) Biblioteca style
Debido a los puntos 1 y 2, el uso de las bibliotecas, salas de estudio y sillones de los pasillos en la universidad se hace intensivo. Pero no intensivo nivel "aay que no hay sitio en la sala de estudio", no. Intensivo nivel "me llevo el edredón de casa para echar un par de horas de sueño esta noche".
Es increíble la cantidad de gente que VIVE en la biblioteca.
Recordaréis en conocimiento del medio que un ser vivo nace, crece (come, duerme), se reproduce y muere.
Pues lo único que aún no he visto hacer en la biblioteca a nadie es nacer. Pero espera 9 meses y tal vez tengamos alguna sorpresa.
A pesar de las posibilidades de, digamos, "expandir" nuestros horizontes sociales en la biblio, tendríamos que lidiar con problemas cotidianos como: no tener sitio a las 8 de la mañana, no haber ordenadores desocupados (libres sí, pero les ponen el "brb" y ya parece que nadie puede tocarlos) y, sobre todo, con la mujer griega loca.

En fin, que no os vengáis aquí a hacer una carrera entera. Lo suyo es un Erasmus, con su par de examencillos bien alejados y que te dé tiempo a disfrutar de todo lo que esta ciudad tiene que ofrecer.

CONCURSO ESPECIAL
¿Queréis un libro? El que a mí me dé la gana, pero oye, ¡¡libros gratis!!
Simplemente contestad correctamente a la siguiente pregunta digna de los más carrasquillófilos:
  • ¿Qué tienen en común la gran, gran, gran mayoría de títulos de mis entradas?

El primer comentario que acierte (con algún ejemplo), ¡gana! Y sí, londoners, cualquiera puede participar.
¡Tenéis solo hasta la semana que viene!


¡Un abrazo!

miércoles, 17 de abril de 2013

Sommersemester

Hola vidas mías!!

¿Cómo ha ido la semana? La mía ha pasado volando, aunque con más obligaciones que ocio. Aún así daré lo mejor de mí para no aburriros mucho.

Creo que la semana pasada me quedé en el jueves. Bien, allí no hay mucho que añadir, excepto que me he tenido que colar ilegalmente en mi nuevo curso deportivo, porque la página para registrarse empezó a estar activa el lunes a las 8 de la mañana, y para las 8:05 ya no había plazas en nada. Esta gente se flipa con el deporte.

El viernes tocó currar otra vez, escaleras arriba y abajo todo el día. Y aunque llegué muerta a casa, hice un grandísimo esfuerzo para irme al piso de Axel, donde celebraban el cumple de Mike. Creedme, la bici lo cambia todo. ¡Y qué bien sienta desconectar con amigos!! Incluso teniendo que beber Bacardi-limón sin hielo a la vista, la noche estuvo muy bien. Y la tarta que preparó Marie, exquisita.

El sábado, de nuevo a limpiar ventanas durante media jornada. Pero fue un día mucho más agradable, con mi música a tope, los niños de la casa enseñándome alemán y el sol dándome en mi dulce cara. El resto del sábado opté por ponerme al día con mis series.

El domingo, el mejor día de la semana, nos fuimos temprano con Mr Churri, Mina y Milad a Dresden, ya que Mina está a punto de abandonarnos para irse con los alemanes ricos, y aún no conocía esta ciudad. Después de casi dos horas parloteando en el tren y sin dejar dormir a nadie, llegamos a la capital de Sajonia y nos dimos el lujo de hacer de guías, mientras el sol se debatía entre salir o no. Cuando por fin se dejó ver, no nos pudimos resistir a tirarnos en el césped a orillas del Elba. De repente aquello se petó de gente relajada y sonriente, algunos con la barbacoa preparada y todo. Incluso hubo algún pirado valiente que se metió en calzones en el río. Fue nuestra inauguración personal del tan ansiado semestre de verano :)




El lunes, sin noticias de Herr Schmidt, aproveché para hacer limpieza y desinfección en el piso, que las pelusas ya se estaban encariñando conmigo. Y como premio fui invitada a una cena en el Stadtwächter, donde me comí un Schnitzel enorme y probé la Potsdammer, que es cerveza mezclada con pomelo, nicht schlecht!!

El martes, madrugón y vuelta a clase. Pero con mi dramática Lehrerin, el curso se pasa volando. Entre reunión y reunión, no sé como me he apañado, pero al final tengo dos cursos de alemán, dos de inglés, dos del máster, dos de zumba, y quién sabe que más.

Y finalmente hoy, está siendo un día larguete. Me he despertado inexplicablemente a las 7 a.m., y hasta las 7 p.m. no vuelvo a casa. Entre hueco y hueco, he preparado el post, he comido más tarta de cumple con los germanos en comedores, me he tomado un café con mi nueva amiga Ghanesa y me he topado con una maratón de inauguración de semestre en el campus. ¡Qué buen ambiente hay por aquí hoy! Parece que tenía razón la gente que me decía que en verano la vida en Alemania parece otra. ¡Habrá que experimentar!!

Os dejo que me tengo que ir al curso de Debating and Discuss in english, a pelearme un rato.¡Cuidaos que me tenéis que leer la próxima semana también!! Bis dann!!

P.D. : Joselu lamento haber copiado inconscientemente tu formato, es que me venía como anillo al dedo. Besis :)





martes, 16 de abril de 2013

Siete crisantemos

¡Hola carrasquillófilos!

Después de una mini-maratón de la serie Digimon con mis erasmus favoritos (a saber, L, R y M), aprovecho antes de dormir para contaros con algo de prisa qué ha sido de mí esta semana.

Me temo que no será tan interesante como la semana anterior... iré día por día con los sucesos más interesantes para que veáis que no hay apenas nada de especial.

El lunes una fiesta hispano-brasileña que terminó con "la camisa negra" de Juanes. Mucha gente, hamburguesas grandes, cerveza barata, reggaeton y algo de perreo. Alguna vez os he dicho que la música aquí difiere bastante de lo que puedes esperar en una discoteca española y que se echan de menos hasta los más odiosos ritmos "latinos". Pues bien, después de esa noche ya estoy curado de reggaeton para un mes, incluyendo éxitos como "A ella le gusta la gasolina" o "Maaaayooooonesaaa".

El martes, para compensar un poco, el gran M y yo nos plantamos en el complejo de teatros y auditorios de Southbank para escuchar un concierto a cargo de la Orquesta Filarmónica de Viena. Aquí podéis a la misma agrupación y la misma obra, aunque hace unos añitos ya. ¡No dejéis de escuchar al menos un rato!


Debo decir que el auditorio era espectacular y que había allí gente muy, pero que muy snob. Normal, a 85 libras que valían los asientos más caros... Por suerte, como buenos estudiantes, conseguimos unos asientos geniales por solo 5 libras.

El miércoles no recuerdo haber hecho gran cosa, solo ir a comer con R. No por acompañarlo mientras estudiaba, sino por ver si me tocaban las 50.000 libras que el McDonald está sorteando. La perrera me acompañó... y ya se ha instalado en mí desde entonces...

El jueves, después de nadar como un campeón (llevaba ya semanas sin entrenar), me vi una peliculilla tranquilamente con dos grandes chicos. La película, por desgracia, no estuvo a la altura de nuestros estándares. Fue una buena noche, de risas y frikeo variado.

Y ya el viernes un poco más de perrera, porque el sábado se avecinaba difícil. Volvía Miss Pechotes Jarafuel 2013 y nos había OBLIGADO a ir a recogerla a la estación, como si fuera una peli romántica. Para no quedarnos atrás le llevamos crisantemos violetas, ahí es nada.
Momentazo épico del día aquel en el que R sujetaba las flores mientras yo pedía menú en el McDonald (mi 4ª visita de la semana y sin premio aún) y unos hooligans borrachos como cubas enardecidos le abrazaron, le dijeron cosas bonitas al oído y le prometieron amor eterno. ¡No vale, él ya tiene novia! ...siempre se me escapan las mejores oportunidades.

Llego L, sonriente y requemada del sol valenciano. Nos vimos todo Oxford Street via autobús, la acompañamos hasta su residencia y nos cocinamos unas superfajitas más mejicanas que un mariachi. Ya os las cocinaré, #todosmisamigos, ya...
Otra buena noche, llena de perversiones entre las que destacaron la pistola de agua fálica y la competición de "haber-si-te-cabe-el-twister-entero-en-la-boca", en la que se valoraba recorrido, técnica y ejecución.

Ayer domingo hizo un día de escándalo y, en vez de quemarme la nariz como la mitad de las italianas que tengo en el facebook (maravilladas de que el sol de Londres fuera de verdad), me quedé en casa porque era lo previsto, ya ves tú.

En fin, una semana llena de visitas al McDonald (ya he perdido la esperanza de que me toque nada) y de perreo que está echando por la borda mi plan de aprovechar el último trimestre para comer sano y ponerme en forma. Sin embargo... ¡a quién le importa!

¡Un abrazo!

jueves, 11 de abril de 2013

Feierabend

Hola damos y caballeras!!

¿Cómo os ha ido la semana?? Espero que haya sido más leve que la mía, porque yo estoy para que me recojan con cuchara : p Bien, como os introduje la anterior semana, he tenido mi primera experiencia laboral en Berlín, la cual resultó un acto de explotación humana digna de siglos pasados. Y lo que en principio iba a ser una actividad por dos días se alargó hasta cuatro.

Todo comienza en la fría mañana del jueves, cuando tengo que encontrarme en un lugar no muy exacto con mi jefe, Herr Schmidt, y mi compañero Bobby. Mi compi y yo, dos pobres inocentes, somos conducidos hasta el puesto de trabajo en donde el acuerdo era que limpiaríamos ventanas. Dicho puesto era una casa casi terminada de reformar o "Baustelle", que se encuentra en un barrio residencial para berlineses con pasta gansa. Vamos, que lo que nos pusieron a limpiar era una jodida obra. Ya os podréis imaginar la ironía que esto conlleva. Y con limpiar, finalmente se referían a ventanas (altísimas, muy recomendables para perder el vértigo de un plumazo), puertas, escaleras, suelos y paredes. Los cuales se volvían a ensuciar en cuanto nos despistábamos, porque había trabajadores y reformas activas por doquier. Los dos primeros días fueron de locos, no había manera de que los currantes, el arquitecto y la señora de la casa se pusieran de acuerdo, y nos tuvieron de aquí para allá. Lo peor fue cuando Herr Schmidt nos mandó a trabajar al sótano, acompañados de su asistente Lin. Allí estábamos, un negrata, un chino y una sudaca sufriendo en cuerpo y alma la esclavización, arrodillados en el suelo limpiándolo con trapos, cual época colonial. Vaaaale, sobrevivimos. Pero manda huevos tal sistema tecnológico de limpieza a estas alturas. Los últimos dos días fueron un poco más tranquilos, pero laargos como el columpio de Heidi (ocho horas de curro más tres de viaje, con suerte). A última hora del lunes, mi jefe recurrió a mí para otra actividad, que consistió en la limpieza de escaleras de una comunidad. Me enseñó su súper método para hacerlo muy rápido, que se basaba en echar mucha esencia de naranja en el cubo de agua para que huela a limpio, y lavar las escaleras a toda leche, aunque quedaran casi peor que antes. En fin, yo me limité a imitar. Lo mejor era cuando escuchabas "Feierabend", que significa "fin de la jornada laboral", y todo el mundo se pira.

A pesar del cansancio y mis quejas, ha sido una grandísima experiencia, además de un curso intensivo de alemán de obreros. Y será aún más gratificante cuando vea mis honorarios en el banco : D Para colmo de bueno me queda mi súper amigo Bobby, un camerunés sumergido en la cultura don'tworrybehappy, que dará que hablar.

El domingo, único día libre de la semana para Mr Churri y para mí, dormimos hasta aburrirnos y luego salimos pitando a disfrutar del aire puro y de un sol que por fin empieza a ser cálido. Nos recorrimos Cottbus con las chachi-bicis y luego nos tomamos un súper helado en Eiscafe de Altmarkt, que parecía una cafetería de pijos, pero no, porque nos dejaron entrar.



Un día genial estropeado a último momento, cuando saliendo de alquilar un DVD, mi ennortado/apollardado/retarded adorable Churri me atropelló con la bici y me dejó la rodilla para el arrastre y mi bici sin campanita :( Menos mal que en la peli salía Colin Farrell para apaciguar mi disgusto.

Y el martes por fin, después de casi dos meses sin noticias de la BTU, ¡empezamos el semestre de verano!!!

¡Y con todas las pilas!! A las 7:30 de la mañana estaba una servidora en la primera clase de alemán. Esta vez no me echan ni con agua fría. Por la tarde empecé las clases del máster, que continuaron hasta el miércoles, aliñadas con un poco de tándem, que ya echaba de menos a Dominik. Hoy seguí con alemán y otro posible curso de conversación, y por la tarde toca un poco de deporte, para entrenar cuerpo y mente, ya que mañana vuelvo al curro sin fecha definida de finalización.

Así que no sé que me deparará el fin de semana, ojalá sea algo mega-divertido para contároslo el próximo miércoles o jueves. Vosotros estaos al loro ;) Bis dann!!!

lunes, 8 de abril de 2013

La flauta mágica


¡Hola carrasquillófilos!

Se fue la familia, los exámenes apenas se vislumbran en el horizonte de mi futuro, y clases aquí no hay ya (así son los ingleses). ¿Entonces qué? Pues por fin, ¡¡Erasmus time!!

No, este Erasmus no exactamente.
El lunes lo consagré al descanso y a las despedidas, que ya os lo dije la semana pasada.

Pero la historia empezó a ponerse interesante el miércoles, cuando cociné lentejas con chorizo con una compañera de pasillo que se quedó encantada. Ella, a cambio, hizo crumble, que es un postre con frutas y galleta bastante dulzón, pero buenísimo.

Al día siguiente, que ya era jueves, tocaba reunión Erasmus en un pub que ya es de obligada visita. Allí hay happy hour de 5 horas, partidos de fútbol y karaoke en el que se ve a cada personaje que es difícil de creer. Entre Rajamán, el gordo borracho que no sabía lo que cantaba y el inolvidable Hombrefiesta, las noches de karaoke Erasmus merecen la pena. Y si de fondo tienes las vistas del Támesis, para qué contar más.

El viernes por la mañana hice una visita rápida por Camden Market y luego almuerzo en mi restaurante griego favorito. La gente que venga a visitarme a partir de ahora (os queda poco) tiene que probarlo. Eso sí, venid de lunes a viernes que es más barato y encima luego podéis ver el Parlamento por dentro.

Por la noche, un par de pintas en un pub de tradición irlandesa, con una inglesa (L) y un escocés (F). Más británico es imposible. Fue un buen rato y descubrí lo buena que está la cerveza de jengibre.

El sábado fue un día inolvidable. Y vosotros diréis, ¿inolvidable de bueno, o de malo? Pues un poco de todo. Aunque me levanté un poco desanimado por una mala noticia que había recibido el viernes, la visita a Borough Market con el chef M y la encantadora G me hizo recobrar los ánimos.
Y el olor de cada uno de los puestos, también.




Fractalbuloso





 Y así, de puesto en puesto, de nación en nación, fuimos probando toda clase de cosas: panes, embutidos, quesos, mostazas, jamón... eso sí, en miniporciones individuales para pitufos pigmeos.

Y si ya ir a un mercado de abastos como hacía mi abuela, pero con precios desorbitados, no es lo suficientemente vintage, pues luego me fui de concierto clásico: "la Flauta Mágica mística", parte del ciclo de la Orquesta de la Edad de la Ilustración (o algo así). ¿Vosotros que entendéis? Pues tan mal como yo, probablemente.

Uno, que es un chico de provincias acostumbrado a que cuando en un sitio en el que compras una entrada que ponga "orquesta" haya una serie de instrumentos musicales, no pudo estar más errado.
Llegamos allí, nos dieron café y bollitos gratis y nos sentaron en un semicírculo con menos de 20 personas en total. Enfrente de nosotros un hermoso ventanal con vistas directas al río, el Parlamento (yo miraba la hora en el Big Ben en vez de en mi reloj) y el London Eye; vistas eclipsadas parcialmente por una señora gorda.
Por el contexto (la flauta mágica) y las proporciones de la mujer, uno esperaría que se pusiera a dar un do de pecho y de algún sitio saliera una triste orquesta de cámara...
Pues no, nuevo error: la mujer comenzó a charlarnos, presentándose como astróloga profesional (toma ya), y a ahondar en la cultura del misticismo y en su influencia en la obra operística de Mozart.

Para que os hagáis una idea, uno de los momentos álgidos fue cuando esta mujer expresó su alegría al ver que "la sociedad estaba volviendo la mirada de nuevo hacia el misticismo, hacia el mundo interior, sobre todo en la juventud". Una tesis que apoyó con ejemplos como la saga Crepúsculo y la serie True Blood.


Aguantamos la primera hora y en el descanso nos escabullimos con elegancia.
Al menos merendamos bien, estuvimos charlando muy a gusto en Southbank y durante un rato tuvimos unas vistas buenísimas. Y ¿por qué no decirlo?, también aprendimos algo de la cultura londinense y de cómo hay gente que PAGA por ir a una charla de estas características y lleva un cuaderno para tomar APUNTES.

¡Y el día no había acabado! No sabéis lo que es Londres, amigos míos, yo en mi séptimo mes (parece un embarazo esto) apenas he empezado a descubrirlo.
Probablemente no estéis enterados, pero el sábado pasado fue el día internacional de las Peleas de Almohadas. Mejor que describíroslo, os dejo unas fotillos de Trafalgar Square en tan memorable evento.




Washington también se unió a la locura.

Allí echamos un rato, echamos fotos, nos echamos en las almohadas ya rotas y desencajadas... Con el sol que hacía (9º, ya empiezan a verse pantalones cortos), la gente estaba como loca. Para quien no lo sepa, Trafalgar Square es el centro geográfico de Londres y una de las plazas más importantes y grandes de la capital. Y dejan que la gente se líe a mamporro limpio con almohadas. ¡Así es Londres!

Para terminar bien el día, nada mejor que una salida nocturna a uno de los clubs más famosos de Londres. ¿Caro? Bueno, siendo VIP como yo y llegando antes de las 10pm entrabas gratis, así que, ¿cómo negarse? Otra noche muy divertida de bailar hasta quedar sin aliento.

El domingo surgió la oportunidad de ir a Brick Lane (otro mercado con ropa vintage y cosas así). Pero como ya con lo de la Flauta Mágica había cubierto mi experiencia hipster para 3 meses, preferí ir de picnic Erasmus. Hice huevos rellenos, pero está claro que la gente cada vez cocina menos. Si serían perros que unos llegaron con bolsas del McDonald cargadas de hamburguesas de una libra.
Por suerte aún hubo gente que respetó el espíritu de probar comida tradicional de diferentes países y recuerdo con especial cariño una torta de almendras portuguesa y unos bollitos rellenos de queso típicamente Colombianos.

Y eso ha sido mi semana de Erasmus hasta ahora, salvando algunos detalles sin importancia como que tal vez ya tenga futuro para unos meses. Por cierto, se nos han muerto la Montiel y la Thatcher, mujeres influyentes donde las haya. En su momento.

BRITISH HIDE & SEEK

Hoy la entrada ha sido larga y llevo con ella mucho tiempo (no veáis lo difícil que es colocar fotos bien), así que no daré muchas explicaciones.

La semana pasada estaba la cosa escondida, pero era uno de los momentos más famosos de la literatura británica: la duda existencial de Hamlet, personaje de la obra "Hamlet, príncipe de Dinamarca" del bardo inmortal, Shakespeare.
Es otra escena del texto. La fuerza esta imagen se asocia
erróneamente con la parte más conocida de la obra.



"To be, or not to be: that is the question:

Whether 'tis nobler in the mind to suffer 
The slings and arrows of outrageous fortune, 
Or to take arms against a sea of troubles, 
And by opposing end them?"




Básicamente el pobre príncipe se estaba preguntando si debía acabar con su propia vida. Un pensamiento que ya no se me hace tan raro ni desconocido. Al final, temiendo el castigo en la otra vida por terminar su vida de forma abrupta y "amoral" decide seguir adelante con su venganza.

Esto es todo por hoy, espero que os haya gustado y que os animéis a leer a Shakespeare, que no tiene desperdicio.


¡Un abrazo!

jueves, 4 de abril de 2013

Frohe Ostern

Hola petardetes!!

¿Como estáis?? Supongo que sorprendidos porque ya me habríais dado por muerta. Pero aquí estoy, resurgiendo de mis cenizas, volviéndome a levantar después de cada caída, mirando siempre hacia adelante :)

Por si alguien le interesa, la excusa para esta baja tan duradera empezó por un fin de semestre que hizo desaparecer a todo universitario viviente. Y los que aún tuvieron el valor de quedarse, estuvieron bastante ocupados con las reválidas de fin de marzo. Así que había muy poquito que contar. Sólo algunas cervezas en Quasimono y las imperdibles ofertas en el Franky's de 2 x 1 en menús a las 17:00 y en cócteles a las 18:00. Por vuestro bien, nunca pidáis un "Zombie".

Anexo a este vacío apocalíptico nos encontramos mi huída a España por 20 días (qué mainstream!!), donde me he convertido en una completa española, con sus dos nombres y sus dos apellidos, como corresponde. ¡Y sin ninguna X !!Me encargué personalmente de destruir toda prueba de mi antigua identidad, incluso me he cambiado la imagen, ¡qué falta me hacía! Por supuesto He disfrutado en grande con la familia y los amigos, que nunca se sabe cuando se puede volver...





 Y la razón última de mi desaparición, y no por ello menos importante, es que aunque oficialmente sea hasta julio, puede que mi vida Erasmus y sus tonterías estén acabando. Con todos mis documentos en regla, vuelvo a ser la Alfon de siempre, inconforme con su vida y en busca de nuevas cosas que hacer y aprender, que ahora mismo se resumen en mejorar el deutsch y buscar curro. No os imagináis la cantidad de reglas estrictas que tienen los alemanes para un CV o una carta de presentación. Aquí no hay apenas lugar para la creatividad. Al contrario, cuantas más reglas tengas en cuenta, más profesional te muestras. Incluso para pringar en un restaurante o panadería. Ya que, como es harto improbable conseguir un puesto remunerado relativo a tu profesión sin el título, a lo que opto es a trabajos sin cualificación requerida. mañana empiezo mi primera chapuza en Berlín. Voy a estar dos días limpiando cristales. ¡Espero que no llueva!

Haciendo memoria para contaros algo nuevo, he de decir que desde mi vuelta todo ha seguido tranqui, y continuará así hasta que empieze el semestre de verano. ha sido una alegría reencontrarme con mis amigos iraníes, que nos agasajaron a Mr. churri y a mí con té y delicias de los más recónditos lugares de su país. Morí del amor con el bolso que me regaló Mina :)


Y para compensar un poco con el alemán, cenamos con los germanos Axel, Kevin y Mike en Route 66 de Berlín, otro dinner americano inspirado en los años 50. Abundan por aquí...

También recibimos la visita de Phil y Marleen, con el pequeño Liam, al que por fin conocimos! Me parece que va a aprender a jugar Catán antes que a hacer palmitas :p



Las Pascuas, más conocidas aquí como "Ostern", las pasamos con la Churri-familia en Silberberg, cuya chimenea se agradece infinitamente, porque la nieve no se va ni a tiros :( Aquí los días festivos van desde el viernes hasta el lunes tanto para currantes como para estudiantes. En cuanto a tradiciones, durante la semana se pintan huevos de colores y se cuelgan en los árboles como los adornos de navidad. Todo se ve muy colorido y animado para dar la bienvenida a la primavera, pero este año tardará más de la cuenta. El domingo los padres esconden chocolates y regalitos para los niños, que tienen que buscarlos por toda la casa al levantarse. El que nos encontramos nosotros fue difícil de esconder: dos sillas y una mesa para el balcón (verano llega yaaa!!!!). 

Y de paso heredamos una bici cada uno, que son más viejas que nosotros, pero para movernos por Cottbus ¡van que chutan!! Eso de que uno no se olvida nunca de cómo ir en bici es cierto. Después de 10 años sin tocar una, logré dominarla :) No obstante me llevé mi ostia de estreno en la nieve : p Y hablando de transportes, también tuve la oportunidad de conducir un coche por Cottbus. la experiencia no estuvo mal, pero si ya soy un peligro en mi pueblo, aquí con tanto carril ni os cuento.

Para completar la Semana Alemana Santa, nos fuimos a Frankfurt!!La historia es cierta, pero tiene trampa,jejejje. Hay dos ciudades con el mismo nombre en este país. Frankfurt am Main, que es la capital económica super cool, y Frankfurt am Oder, que es la pobretona de Brandenburg (donde fuimos). No tiene gran cosa, sólo vimos la Universidad y el centro comercial en la Frankfurt Turm. Me quedé con todas las ganas de cruzar el puente que conecta con Polonia, damn it!!

A la vuelta nos encontramos con uno de los castillos medievales, típicos de por aquí. Esta vez con sala de tortura incluida y espectáculo de hipnosis de caballos. Y allí, por fin señores, probé un Apfelstrudel decente. ¡Vaya manjar del cielo!

En fin, como dice Joselu, ya es martes. Sólo que en este caso ya es jueves. Espero que este post infinito compense un poco mis últimas ausencias. Intentaré estar aquí puntual el próximo miércoles, aunque entenderéis que si BASF o Bayer me contratan, quedaréis en un segundo puesto corazones!!! Bis dann!!!

martes, 2 de abril de 2013

Farewell ballad

¡Hola carrasquillófilos!

Sé que llego con un día de retraso. Me disculpo, ayer con tanta emoción y cansancio acumulado me olvidé de escribir. Me disculpo pero tampoco lo siento, porque ¡a quién le importa! Así que me ducho, desayuno al solecito, leo un rato y ahora vengo, que solo son las 10...

Pues bien, os dejé la semana pasada con una entrada de las buenas, llena de emociones fuertes y grandes experiencias. La de hoy no se queda atrás, aunque va a ser un poco dramática con cosas tan buenas y algunas malas.

Entre el lunes y el miércoles de la semana pasada decidí hacer descanso intensivo. ¿Y por qué? Pues porque ya era hora y porque me esperaban unos días duros, de hecho han sido incluso más duros de lo que me esperaba. ¡Visita familiar! Weeeeeeeiiii.

El martes, sin embargo, animado por mis sibaritas preferidos, M y R, me fui a probar ramen. Eso de probar la sopa esta de fideos era ya una obsesión debida a la cultura anime de nuestra infancia:




Itadakimasu!!






Ya la había probado antes en una especie de restaurante-cadena de comida japonesa y fue horrible. Apenas tenían variedad, estaba frío e insípido. Pero decidimos arriesgarnos e ir a un restaurante japonés especializado, en Regent Street ni más ni menos, a probar un ramen recomendado por japoneses auténticos. Y no nos decepcionó, aquello estaba para chuparse los dedos, a pesar de que tuvimos que comer un poco apretados y al jefe japonés no se le entendía hablar.

Ramen grupal con china suspicaz incluida.
Eso fue el highlight de la semana aparte de la visita, que comenzó el miércoles con un viaje de hora y media en microbús hasta uno de los aeropuertos londinenses para recoger a una familia que olvidaban que aquí el español no se estila.
Disgusto del día: dos horas antes de coger el bus (yo ya estresado que iba como siempre que viajo por primera vez a algún sitio) recibo un mail diciéndome que retrasaban todos los autobuses que había reservado. Al final, conseguí montarme en el que había reservado yo, simplemente enseñando el billete que tenía. Vamos, si llegas a retocar el pdf y le cambias la fecha y la hora vas a Stanted gratis cada vez que quieras.

Aquel día no hicimos más, solo explorar el hotel de pasillos estrechos y encanijados que habíamos reservado, aunque bastante agradable y limpio. A dormir para prepararnos para turismo básico.

Después de haber hecho de guía por aquí en más de una ocasión a mis amigos jóvenes y lozanos (aunque menos de las que me gustaría, ejem, ejem), pensé que ir por la ciudad más grande que he visto con gente algo más... madura... sería más difícil o habría que coger el metro. ¡Esta gente no deja de sorprenderme! A pesar de ser los que más días han estado, han sido los que menos transporte público han utilizado. Y es que esto de ser cartero te hace duro y resistente a caminatas y heladas.

Con más frío que otra cosa, visitamos el primer día lo más icónico: Big Ben, Westminster Palace (no pudimos entrar esta vez), Westminster Abbey (¡¡con entrada incluida!!), Trafalgar Square, Covent Garden (que tenía una exposición de huevos de pascua), nos paseamos por la National Gallery, Hamleys y vimos Picadilly y Leicester iluminadas.
Al día siguiente tocaba conocer mi casa y mi barrio. Camden Market fue, como siempre, un acierto y quien más, quien menos se dejó unas librillas aquí. Lo de comer en mi restaurante griego favorito no se quedó atrás y nos hinchamos por muy poquito. 
Después, aprovechando que era viernes, fuimos al British Museum que cerraba tarde. ¡Mentiraaaaaaaaaaaaaa!


Sería por ser viernes santo (Good Friday que dicen aquí), cerraron a la hora de siempre, las 6. Así que, visto lo visto, nos fuimos a ver Buckingham Palace y Westminster Cathedral. En este último lugar tuvimos el ¿privilegio? de coincidir con una celebración de lo más católica: un via crucis por toda la catedral. Nada que ver con motivos religiosos (estamos de lo más ateos últimamente) pero siempre está bien ver que aquí también existe cierta "cultura" en ese aspecto, y no todo son conejitos y huevos de chocolate. 
De hecho, en mi camino solitario de vuelta a casa, vi a unos pocos que iban vestidos con túnicas negras y largas. No os engañéis que aquí procesiones no hay, pero me recordó un poco a la Semana Santa de casa. Otros momentos semanasanteros en Londres incluyeron una "saeta" de trompeta callejera y algún que otro cristo (estático) que encontramos por las calles. ¡Ah! Una vez comimos en un restaurante llamado SPQR, muy de romanos.

El sábado, un poco sin ton ni son, volvimos al Museo Británico a ver los tesoros que nos habíamos dejado atrás. Donde tienen la mitad del Partenón puedes encontrar unos folletitos evidentemente subjetivos para convencerte de que esas piezas están mejor en Londres que en su patria, Atenas. Al final, acabas como aquel que no sabía si ser o no ser, vamos, te dejan la picha hecha un lío.
Seguimos la visita (en metro, ahora sí) en Portobello Road donde, a pesar de la nieve y de que estaban recogiendo, pudimos visitar los puestos llenos de curiosidades y tonterías varias, a cual más hortera y cara. Lo mejor, como siempre, la cara de mi madre y mi tía al ver la tienda al final de la calle de productos españoles, que hasta jabón de Lagarto vendían. Eso sí, cuando comprobaron que no había fino de la tierra, se decepcionaron un poco.
Vuelta por Hyde Park y visita rápida a Harrods. Da igual lo cara que sea una figura de porcelana del mismo gusto que las que venden en los moros de mi pueblo, ellas seguían pensando en los supermercados García.
El 10 nos devolvió al hotel con vistas panorámicas de Oxford Street de cabo a rabo. Tres Zaras, dos H&M, 2 Primarks enormérrimos, varios Boots, incontables McDonalds... Un día tengo que hacer una lista pormenorizada de todo lo que hay en esa calle y comprobar si alguna tienda NO se repite.

El último día visitamos el este londinense (no este, este...) y empezamos por el agradable barrio de Greenwich (que se dice /grinich/, ¿por qué? Porque Carrasquillation educa y divierte), con su Cutty Sark, su fish&chips y su meridiano y luego nos fuimos al Tower Bridge, vimos la Torre de Londres, Monument, St Paul... en fin, los que han venido por Londres seguro que ya saben de lo que hablo.

St Paul upon Thames.

Poco más dio de sí el día antes del fatídico lunes. Estuve desde las 6am hasta las 2pm encerrado en el metro casi: de King's Cross a London City Airport para dejar a mi familia. De ahí a Euston, donde estaban A y N en su periplo de vuelta a casa. Como llevaban un par de muertos cada uno los acompañé hasta Heathrow (un aeropuerto en la punta opuesta al anterior). Me quise pasar de listo para que no me cobraran el viaje hasta ahí en metro volviendo sin picar, pero más listos son los del metro y parece que eso no se puede hacer... Ya sabéis, si estáis demasiado tiempo sin pasar por una estación, os caduca el viaje, ¡zorrones!
No me importa estar en el metro, en realidad lo feo es decir adiós tantas veces en un solo día.


LONDON HIDE & SEEK

¡Hay que ver las desgracias que se ven en el mundo del Manué que nadie me escribe aquí!
Pero yo sigo a lo mío.

La semana pasada ya ni lo escondí. Con un video en primer plano y varias referencias a reinonas, no podría estar hablando más que de Queen, grupo capitaneado por Freddy Mercury y... erm... otros... ¿tres? (el guitarrista Brian May, el batería Roger Taylor y el bajista John Deacon).
Desde los 70 que se pusieron a grabar discos, con un momento álgido a mediados de los 80.
En fin, no merece la pena que ponga aquí una lista inmensa de todos los logros de esta agrupación musical británica, así que mejor os ponéis a escuchar sus mejores éxitos en YouTube y así echáis el día ;)


¡Un abrazo!