martes, 2 de abril de 2013

Farewell ballad

¡Hola carrasquillófilos!

Sé que llego con un día de retraso. Me disculpo, ayer con tanta emoción y cansancio acumulado me olvidé de escribir. Me disculpo pero tampoco lo siento, porque ¡a quién le importa! Así que me ducho, desayuno al solecito, leo un rato y ahora vengo, que solo son las 10...

Pues bien, os dejé la semana pasada con una entrada de las buenas, llena de emociones fuertes y grandes experiencias. La de hoy no se queda atrás, aunque va a ser un poco dramática con cosas tan buenas y algunas malas.

Entre el lunes y el miércoles de la semana pasada decidí hacer descanso intensivo. ¿Y por qué? Pues porque ya era hora y porque me esperaban unos días duros, de hecho han sido incluso más duros de lo que me esperaba. ¡Visita familiar! Weeeeeeeiiii.

El martes, sin embargo, animado por mis sibaritas preferidos, M y R, me fui a probar ramen. Eso de probar la sopa esta de fideos era ya una obsesión debida a la cultura anime de nuestra infancia:




Itadakimasu!!






Ya la había probado antes en una especie de restaurante-cadena de comida japonesa y fue horrible. Apenas tenían variedad, estaba frío e insípido. Pero decidimos arriesgarnos e ir a un restaurante japonés especializado, en Regent Street ni más ni menos, a probar un ramen recomendado por japoneses auténticos. Y no nos decepcionó, aquello estaba para chuparse los dedos, a pesar de que tuvimos que comer un poco apretados y al jefe japonés no se le entendía hablar.

Ramen grupal con china suspicaz incluida.
Eso fue el highlight de la semana aparte de la visita, que comenzó el miércoles con un viaje de hora y media en microbús hasta uno de los aeropuertos londinenses para recoger a una familia que olvidaban que aquí el español no se estila.
Disgusto del día: dos horas antes de coger el bus (yo ya estresado que iba como siempre que viajo por primera vez a algún sitio) recibo un mail diciéndome que retrasaban todos los autobuses que había reservado. Al final, conseguí montarme en el que había reservado yo, simplemente enseñando el billete que tenía. Vamos, si llegas a retocar el pdf y le cambias la fecha y la hora vas a Stanted gratis cada vez que quieras.

Aquel día no hicimos más, solo explorar el hotel de pasillos estrechos y encanijados que habíamos reservado, aunque bastante agradable y limpio. A dormir para prepararnos para turismo básico.

Después de haber hecho de guía por aquí en más de una ocasión a mis amigos jóvenes y lozanos (aunque menos de las que me gustaría, ejem, ejem), pensé que ir por la ciudad más grande que he visto con gente algo más... madura... sería más difícil o habría que coger el metro. ¡Esta gente no deja de sorprenderme! A pesar de ser los que más días han estado, han sido los que menos transporte público han utilizado. Y es que esto de ser cartero te hace duro y resistente a caminatas y heladas.

Con más frío que otra cosa, visitamos el primer día lo más icónico: Big Ben, Westminster Palace (no pudimos entrar esta vez), Westminster Abbey (¡¡con entrada incluida!!), Trafalgar Square, Covent Garden (que tenía una exposición de huevos de pascua), nos paseamos por la National Gallery, Hamleys y vimos Picadilly y Leicester iluminadas.
Al día siguiente tocaba conocer mi casa y mi barrio. Camden Market fue, como siempre, un acierto y quien más, quien menos se dejó unas librillas aquí. Lo de comer en mi restaurante griego favorito no se quedó atrás y nos hinchamos por muy poquito. 
Después, aprovechando que era viernes, fuimos al British Museum que cerraba tarde. ¡Mentiraaaaaaaaaaaaaa!


Sería por ser viernes santo (Good Friday que dicen aquí), cerraron a la hora de siempre, las 6. Así que, visto lo visto, nos fuimos a ver Buckingham Palace y Westminster Cathedral. En este último lugar tuvimos el ¿privilegio? de coincidir con una celebración de lo más católica: un via crucis por toda la catedral. Nada que ver con motivos religiosos (estamos de lo más ateos últimamente) pero siempre está bien ver que aquí también existe cierta "cultura" en ese aspecto, y no todo son conejitos y huevos de chocolate. 
De hecho, en mi camino solitario de vuelta a casa, vi a unos pocos que iban vestidos con túnicas negras y largas. No os engañéis que aquí procesiones no hay, pero me recordó un poco a la Semana Santa de casa. Otros momentos semanasanteros en Londres incluyeron una "saeta" de trompeta callejera y algún que otro cristo (estático) que encontramos por las calles. ¡Ah! Una vez comimos en un restaurante llamado SPQR, muy de romanos.

El sábado, un poco sin ton ni son, volvimos al Museo Británico a ver los tesoros que nos habíamos dejado atrás. Donde tienen la mitad del Partenón puedes encontrar unos folletitos evidentemente subjetivos para convencerte de que esas piezas están mejor en Londres que en su patria, Atenas. Al final, acabas como aquel que no sabía si ser o no ser, vamos, te dejan la picha hecha un lío.
Seguimos la visita (en metro, ahora sí) en Portobello Road donde, a pesar de la nieve y de que estaban recogiendo, pudimos visitar los puestos llenos de curiosidades y tonterías varias, a cual más hortera y cara. Lo mejor, como siempre, la cara de mi madre y mi tía al ver la tienda al final de la calle de productos españoles, que hasta jabón de Lagarto vendían. Eso sí, cuando comprobaron que no había fino de la tierra, se decepcionaron un poco.
Vuelta por Hyde Park y visita rápida a Harrods. Da igual lo cara que sea una figura de porcelana del mismo gusto que las que venden en los moros de mi pueblo, ellas seguían pensando en los supermercados García.
El 10 nos devolvió al hotel con vistas panorámicas de Oxford Street de cabo a rabo. Tres Zaras, dos H&M, 2 Primarks enormérrimos, varios Boots, incontables McDonalds... Un día tengo que hacer una lista pormenorizada de todo lo que hay en esa calle y comprobar si alguna tienda NO se repite.

El último día visitamos el este londinense (no este, este...) y empezamos por el agradable barrio de Greenwich (que se dice /grinich/, ¿por qué? Porque Carrasquillation educa y divierte), con su Cutty Sark, su fish&chips y su meridiano y luego nos fuimos al Tower Bridge, vimos la Torre de Londres, Monument, St Paul... en fin, los que han venido por Londres seguro que ya saben de lo que hablo.

St Paul upon Thames.

Poco más dio de sí el día antes del fatídico lunes. Estuve desde las 6am hasta las 2pm encerrado en el metro casi: de King's Cross a London City Airport para dejar a mi familia. De ahí a Euston, donde estaban A y N en su periplo de vuelta a casa. Como llevaban un par de muertos cada uno los acompañé hasta Heathrow (un aeropuerto en la punta opuesta al anterior). Me quise pasar de listo para que no me cobraran el viaje hasta ahí en metro volviendo sin picar, pero más listos son los del metro y parece que eso no se puede hacer... Ya sabéis, si estáis demasiado tiempo sin pasar por una estación, os caduca el viaje, ¡zorrones!
No me importa estar en el metro, en realidad lo feo es decir adiós tantas veces en un solo día.


LONDON HIDE & SEEK

¡Hay que ver las desgracias que se ven en el mundo del Manué que nadie me escribe aquí!
Pero yo sigo a lo mío.

La semana pasada ya ni lo escondí. Con un video en primer plano y varias referencias a reinonas, no podría estar hablando más que de Queen, grupo capitaneado por Freddy Mercury y... erm... otros... ¿tres? (el guitarrista Brian May, el batería Roger Taylor y el bajista John Deacon).
Desde los 70 que se pusieron a grabar discos, con un momento álgido a mediados de los 80.
En fin, no merece la pena que ponga aquí una lista inmensa de todos los logros de esta agrupación musical británica, así que mejor os ponéis a escuchar sus mejores éxitos en YouTube y así echáis el día ;)


¡Un abrazo!

2 comentarios:

  1. Hola Joseluuuuu!! creo que ya te conoces Londres mejor que Córdoba o Granada jajaja y si no poquito te falta. Cuando leo tu entrada me surgen aun esperanzas por ir a visitarte y que me enseñes todo eso, asi que no tiro la toalla eh!
    Un abrazo fuerte!!

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    1. ¿¿ESPERANZAS??
      ¡Mira Amparo que como no vengas me enfado! Con quien sea o como sea, vete buscando un vuelo y andando, ¿eh? No quiero más excusas que ya estabais decididoooooos

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