martes, 30 de julio de 2013

Bewerbungszeit

Alfon Blondelizard
Meineshaus Straße 8
03046 Cottbus
E-Mail: alfon_bewirbt_sich@triqs.de

Lectores de TRIQS
Todoelmunden Straße 3
18000 Granada

30. Juli 2013

Sehr geehrte Damen und Herren,

felizmente he encontrado que TRIQS sigue activo e incluso tiene aún visitas, hecho sobre el que quiero expresar mi gran interés y por el que me postulo ante ustedes para seguir contándoles mis enriquecedoras experiencias correspondientes al mes de julio.

Como la mayoría de ustedes pueden observar en mi perfil de Facebook, el mes ha acontecido a lo largo diversos hechos sociales que no hacen más que embelesarme con la cultura de este país. Me gustaría empezar contando que el día 9 de julio mi colega Herr Churri y yo completamos nuestra tarea pendiente de visitar Branitz Park y maravillarnos con sus paisajes y la belleza del palacio del Duque Pückler. Adjuntas pueden ustedes observar las certificaciones pertinentes:




En la noche del 10 de julio, nuestro constante apoyo al equipo de trabajo nos impulsó a personarnos en el cumpleaños de nuestro colega Herr Phil, en las inmediaciones de su cocina, disfrutando de su inestimable invitación a bebidas de celebración, y obsequiándole con una tarta Milka que esperamos compartir anhelantes.

Durante el descanso reglamentario del fin de semana fructificamos nuestro tiempo deleitándonos con juegos de estrategia junto a nuestros camaradas Herr Axel, Herr César y Herr Tim, mientras dicutíamos sobre grandes ideas productivas.

La siguiente semana alcancé el fin de una etapa de formación en la lengua oficial del Estado, lo que me permite certificar actualmente mi nivel B1 de alemán, que permanecerá en continua mejora durante el período estival. A estos hechos he de añadir, el haber obtenido un armario para mi cuarto por parte de mi residente colindante, en pro de una permanente consideración por el medio ambiente y la reducción de residuos. Lo cual sólo puede alimentar aún más mi espíritu optimista. Dicha cualidad fue de utilidad inmensurable a la hora de afrontar mi último examen de carácter académico de manera impecable en la misma semana.

Tales gratificantes noticias fueron veneradas al día subsecuente con una excursión de disfrute al aire libre y actividad física, en un grupo multicultural y multidisciplinar al que estoy adecuada perfectamente. La jornada consistió en una estimulante ruta de tres horas en bicicleta en torno al pueblo de Burg, con una parada intermedia en un museo que exhibía la vida cotidiana de nuestros conciudadanos en épocas remotas. El almuerzo fue una muestra de creatividad y compañerismo, en donde cada integrante del grupo ofrecía un plato original de su patria. Yo, en mi afán de crear nuevos retos y de presentar mis orígenes de una manera positiva, ofrecí pollo al ajillo, el cual fue exitosamente aprobado. El culmen de la excursión consistió en una interesante hazaña, en la que debíamos de recorrer un tramo del río Spree en Canoa, mostrando total confianza en nuestro compañero de remo y afrontando cualquier miedo a una caída inminente, con resultados victoriosos. Hállense aquí las ilustraciones correspondientes:


El domingo de tal semana fue dedicado a la cultura cinematográfica y gastronómica, mediante la visualización de "Ich, einfach unverbesserlich" y una modesta degustación de palomitas.

Y la última y concluyente semana la he destinado a promover la igualdad de género, con la participación de Frau Leandra y Frau Fine. El primero de los actos simbólicos fue la visita al lago Madlow y el ejercimiento de nuestro libre derecho a tomar el sol. El siguiente evento, también cinemátográfico, y al que se unió nuestro compañero Herr César, consistió en la contemplación del filme formativo Django y posterior debate. Y el último, a pedido especial de nuestras amigas participantes, constó de una cena en el balcón a la luz de las velas (practicando siempre la optimización de recursos) mientras observamos los astros y los relámpagos del espacio celeste.

Por todo esto, si bien mi etapa Erasmus ya ha terminado, me considero la persona adecuada para mantener la función de bloguera en TRIQS y una apuesta segura para seguir ilusionándoles con mis aventuras y animarles a que ustedes también las acometan.

Con gusto concertaría una cita para una entrevista personal con ustedes. No duden en contactar conmigo si les surje alguna duda o requieren mis referencias.

Mit freundlichen Grüßen

Alfon Blondelizard


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lunes, 8 de julio de 2013

Kein Ende in Sicht

Hola fondo sur!!!

Como os va la vida??? Espero que bien y echándome poco de menos, ya que mi vuelta al país del sol se va a alargar un par de meses... os voy a volver a ver a la mayoría ¡a partir del 23 de septiembre! Como os imagináis, eso no quiere decir que me vaya a quedar allí para siempre, ni tampoco que os vaya a dejar para siempre... Bueno, en realidad no significa nada porque aún no hay plan fijo para el próximo invierno. Lo que es fijo es que este verano será alemán puro y duro, y que me espera un machaque de acusativo, dativo y genitivo, que no va a ser normal.

Estos últimos días han transcurrido sin gran adrenalina. Es lo que tiene la época de exámenes, que aquí no termina nunca. En la Uni hay exámenes hasta la primera semana de agosto, y otra tanda a lo largo de septiembre. Así que los estudiantes a tiempo completo tienen con suerte un mes de vacaciones de verano, donde quien no tiene que estudiar, tiene que echar horas de praktikum como un loco. Todavía me río de los que el año pasado me dijeron "ya verás como a los Erasmus os despachan pronto"... ¡Hasta el 19 de julio me van a tener pringando! ¡Y sin aire acondicionado en las aulas! Pero bueno, no deja de ser una pequeña parte de esta cultura que tanto disfruto :)

El pasado martes tuve un examen fuerte, por lo que la semana anterior fue dedicada enteramente a memorizar diapositivas, y entre tema y tema a partirme de risa sola con mi nuevo descubrimiento: New Girl.


Dicha semana se potenció mi síndrome de Diógenes con dos valiosos objetos. El primero:

Mi sofá rojo mega-guay!!
Encontrado por casualidad de camino a clases en la calle, y recogido a la vuelta sin titubeos. ¿A que está chulísimo? Pues Mr. Churri no lo quiere ni ver, así que después de una limpieza a fondo se ha establecido en mi cuarto. A pesar de eso, lo acarreó conmigo un par de calles y hasta nuestro piso (en la sexta planta sin ascensor). Yo, aunque me quise hacer la valiente, llegué al piso con un bajón de tensión que me dejó KO por un rato. ¡Pero lo conseguimos!

Y el segundo:

Das Lied von Eis und Feuer
Es decir, la versión alemana de "Canción de Hielo y Fuego", ¡la colección completa! Un experto me ha comentado que en español sólo hay cinco libros, pero se ve que en alemán, no sé si por marketing o por la longitud de las palabras, está cada uno dividido en dos partes. Una vecina los dejó, impecables, en la puerta del edificio donde trabajo, para que se los llevara quien quisiera. ¡Ya tengo material didáctico para todo el año!

El único evento social a destacar de la primera semana fue el cumple de Axel, quien tomó prestada un aula de la Uni y montó una discoteca privada por una noche, con un equipazo de sonido, luces y ¡hasta una máquina de humo! Nos hartamos de bailar y de reírnos con tanto friki suelto.

De la última semana, examen frustrado aparte, lo más interesante fue el finde, que lo pasamos en Silberberg para que los churri-suegros nos malcriaran con ganas. El viernes no dió tiempo a más que cena y peli. El sábado inauguramos su piscinaca por la mañana y por la tarde nos fuimos de barbacoa con toooda la familia Urban, tíos, abuelos y primos incluídos. Comimos manjares alemanes hasta reventar, y luego nos lo pasamos bomba con las más enanas saltando en una cama elástica chachi piruli. El domingo nos fuimos a patinar por el pueblo y después nos dimos otro chapuzón en la piscina para matar la resaca. ¡Siempre hay algo divertido que hacer por allí! 


Finalmente los padres de Mr. Churri nos trajeron a casa, y después de montarnos un patio artificial en el balcón sin avisar, echamos una partida de Catán en la que Frau Urban nos dió una paliza. En fin, a falta de pan buenas son tortas, y a falta de las payasadas de los D'Ambrosio que tanto echo de menos, siempre se agradece que otra familia te haga sentir como en tu casa.

Nos vemos en el próximo post!! Bis dann!!











lunes, 24 de junio de 2013

Tage wie diese

Hallo meine Damen und Herren!!

¿Ya os habéis recuperado de la maratón de posts? Vale, pues ahora reintentaremos hacer las cosas en su momento, como los estudiantes que acaban fulminados en septiembre y en octubre quieren llevar todo al día...


Esta semana ha sido bastante social y veraniega, dentro de lo que las obligaciones han permitido. Empezamos por un martes que nos despierta con 36 grados sin anestesia, temperatura ideal para visitar la central térmica de Jänschwalde con la clase de Power Plant Technology. Llegamos en pleno mediodía tras una hora en bus sin aire acondicionado y allí nos estaba esperando la relaciones públicas para darnos una pequeña conferencia sobre la planta de co-generación, eléctrica con turbinas de vapor y de calor con gases residuales. Sorprendentemente no se habló de reglas de seguridad, sólo nos dieron el casco y los auriculares y nos llevaron a recorrer la planta, atravesando los edificios de calderas, turbinas y separadores, con un calor insufrible y pringándonos de cenizas, incluso pasando por debajo de una lluvia de chispas procedentes de alguna reparación. ¡Eso sí que es una excursión! Lo más llamativo, como siempre, las torres de refrigeración y la sala de control. Y en este caso también pudimos ver como se lleva a cabo la combustión en las cámaras en vivo y en directo. Aquí algunas ilustraciones:



El miércoles tocó madrugón para hacer un examen de alemán frustrante y el resto de clases, que terminaron curiosamente pronto con unos profesores un tanto sofocados, lo que me dio margen para los preparativos de la barbacoa de despedida de Zach, nuestro profesor del curso de debate en inglés, que se nos va a Israel. Hablamos "über Gott und die Welt" (de todo un poco) y conocimos a una canadiense que es  la versión real de Robin Scherbatsky. Después de ponernos a tono con cervezas, volví a casa, donde Churri y César me estaban esperando para ir a la Viva la México-party de este semestre. Como ya os conté una vez, allí tienes chupitos de tequila (a elegir silver o gold) por 50 céntimos y polo-flashs gratis, que en verano se agradecen mucho más. Esta vez el ambiente estaba más aireado, porque la gente ya empieza a encerrarse para los exámenes, aún así nos reunimos los suficientes vagos para pasárnoslo de lujo.

El jueves sobrevivimos a unas clases resacosas y sobre las 3 de la tarde estábamos listos para pillar las bicis con un par de amigos y tirar para la "playa". Sólo nos faltaba Chanquete. 

 

Las playas de Cottbus son en realidad lagos con cierta extensión de arena, relativamente apartados de la civilización, que en cuanto la temperatura sube unos grados, se llenan de alemanes cuya piel llega al color fucsia. Hombre, no es la costa de Cádiz ni mucho menos, pero para estar en medio de Brandenburgo no  están nada mal. Allí nos encontramos con más amigos de amigos, y pasamos una tarde más que agradable de auténtico verano alemán. El momento de irnos (para nosotros y todo ser viviente que allí se encontraba) llegó más pronto de lo estimado, gracias a una tormenta repentina que nos cubrió durante todo el camino de vuelta. ¡Pero volveremos!

El viernes, después de echar sapos y culebras por la boca, porque perdí no uno, sino dos trenes en Berlín de vuelta del curro, nos fuimos a celebrar el cumpleaños de César. No se les ocurrió mejor sitio para una barbacoa que en medio del parque camino a la uni, donde los mosquitos nos comieron vivos, a pesar de embadurnarnos con repelente y llevar más ropa de la necesaria. Pero comimos y bebimos hasta hartarnos y conocimos gente nueva, entre ellos una pareja, Becky y Chris, ¡que resulta que son nuestros vecinos del 4to piso! Y aprendí un juego nuevo que se llama Bierball: se forman dos equipos, con cada participante armado con una botella de cerveza llena, y se coloca otra en medio de los dos equipos. El objetivo es que todo el equipo termine su cerveza cuanto antes, y sólo puede hacerlo si consiguen derribar la botella del medio con una pelota y bebiendo mientras dicha botella esté tirada, por lo que el otro equipo tiene que correr para recolocarla. Aquí os dejo un vídeo aclaratorio:



Cuando ya no soportamos más los mosquitos, nos fuimos a continuar el cumple en el piso de nuestros vecinos, para establecer lazos y brindar con Stroh 80 y licor de cereza... repugnante.

El sábado recibimos la visita de mi cuñadillo petardo Tom, que ya está de vaciones. Y nos fuimos a ver que tal estaba el Stadtfest de Cottbus. Son las fiestas de pueblo de toda la vida, que coinciden con el día más largo del año (aquí no saben lo que es San Juan, que el cielo se apiade de ellos). No hay mucha diferencia con unas fiestas de pueblo en Granada: escenarios, puestos de comida (uno tenía calamares fritos!) y columpios, aunque en vez de Camela aquí ponen música tradicional alemana. Nos encontramos con Moi y Benita y nos fuimos a bailar merengue para principiantes en frente de un escenario, dirigidos por un showman brasileño. Hay pruebas de esto, pero aún me estoy planteando publicarlas... Luego nos reunimos con los germanos para darnos una vuelta. Mientras Axel ganaba una Barbie en el puesto de tiro, nosotros nos reímos un rato de Mike y su peculiar vaso de cóctel, que pretendía imitar un tronco de palmera, pero en realidad tenía forma de miembro viril.

Finalmente el domingo transcurrió tranquilo, con un poco de estudio y sufrimiento de picaduras de mosquito acumuladas en la semana. Por la tarde echamos una tarde de juegos, a la que se apuntó también el vecino. Y esta mañana por fin con todo el dolor del alma despedimos a Tom, el demonio del sarcasmo.

Bueno, os dejo ya que los exámenes acechan y hay que prepararse. Espero que hayáis pedido muchos deseos en las fogatas y que se hagan realidad!! Bis bald!!

lunes, 17 de junio de 2013

Sekt in the City

Abend!!!

Ya estáis cansados de mí?? ¡Animaos que creo que este es el último post por hoy! Este corresponde a la pasada semana, del 10 al 16 de junio, y me estoy planteando seriamente exponerlo como un calendario porque ha sido intensivo...venga, va.

Lunes 10 de junio: nada interesante hasta el momento, sólo recuperación de horas de sueño perdidas en la última semana y tándem para convencerme de que el día fue productivo. Llamadme hija del demonio si queréis, pero el lunes es el día más relajado de la semana para mí :)

Martes 11 de junio: después de unas clases de inglés que están siendo gestionadas cada vez peor, tocó quedada para ir al Sommerfest al lado de la biblioteca y ¡hacer de una vez por todas nuestro Flashmob!!!! ¡Vaya manera de hacer el ridículo!¡Con la de gente que había allí! Pero nos lo pasamos bien la verdad, habíamos practicado suficiente para no liarla demasiado parda y se ve que a la gente le gustó. 



Luego para compensarnos nos dimos una vuelta por los puestos, otra vez con comida internacional. Esta vez había un puesto español con una tortilla mil veces mejor que la mía. Y otro con una bandera catalana, atendido por alemanes, en el que yo sólo vi un cartel en el que ponía paella, y paella que me fui (chiste malo al cante). Vaya decepción de comida, además de arroz pasado y pollo incomestible, la paella tenía garbanzos, ¡¡garbanzos!!!! A saber de donde sacaron la receta.

Miércoles 12 de junio: fui a todas las clases como una campeona y por la noche asistimos al concierto en el campus, del mismo Sommerfest. Esta vez el grupo era bastante bueno, o al menos entretenido. Se llama Mutabor, y tenía una canción en español.


Jueves 13 de junio: Lucas y su novia nos invitaron a una discoteca en Cottbus, que yo ni sabía que existía: CB. Los jueves tienen Ladys night, así que no pagué entrada y además teníamos surtido de Sekt (sidra) para abastecer a todo el grupo. La música era bailable y el ambiente no estaba mal para ser Cottbus y estar fuera de la uni. Hasta había taxis en la puerta, aunque nosotros con nuestras bicis-chatarra vamos sobrados.

Viernes 14 de junio: la jornada intensiva de trabajo fue compensada por una quedada en el piso de Sandeep, con el grupo de Flashmob, para celebrar que habíamos conseguido nuestro objetivo. Unos diez nos reunimos para beber tequila y hablar de por una vez algo seriamente de nuestras diferencias culturales, lo cual me encanta. Y para confraternarnos cantamos cada uno una canción en nuestra lengua materna, fue un momento muy sentido y feliz, aunque espero que no queden pruebas de mi afinación vocal.

Sábado 15 de junio: por fin conseguí hacer algo de lo que vengo pendiente bastante tiempo, ¡irme de juerga por Berlín! Aprovechando que no había grandes planes de fin de semana y el buen tiempo, quedé con Bobby para que me mostrara la vida nocturna de la ciudad. El muy flamenco me fue a buscar con un coche eléctrico, que se alquilan como las bicis y se pagan por minuto de conducción. Y nos fuimos al 2B Club, a bailar pop y hip-hop hasta que el cuerpo aguante. Había muy buen rollo y espacio suficiente para moverse, así que nos lo pasamos pipa. Descubrí que a las 5 de la madrugada aquí ya es completamente de día. Y que los primeros trenes de la mañana a veces hacen la gracia y no salen hasta una hora más tarde... Aún así intentaré repetir!!

Domingo 16 de junio: ya estaba bien de partys y me levanté muy tarde como para planear gran cosa. Lo que tengo para contaros de este día es para que veáis que no todo en la vida Erasmus es color de rosa, sino una serie de experiencias que te forman aún más como persona. Volviendo de pedirnos un milkshake del Burguer de Cottbus y llendo para la biblioteca con mi compañero de tándem, escuchamos un ruido infernal y al girarnos vimos un coche abollado, una moto destrozada en la acera de enfrente y un chico, que había volado a unos cinco metros de su moto, desplomado en la calle. Afortunadamente la gente acudió enseguida a ayudar y la ambulancia tardó unos minutos. Todo el mundo estaba en shock hasta que llegó la poli y puso un poco de orden. Sonará mal, pero nos volvió el alma al cuerpo cuando escuchamos al chico gritar desesperado de dolor, porque nos imaginamos lo peor. Mi compañero testificó por los dos (yo no estaba para decir mucho, y menos en alemán), y nos pidieron que dejáramos el lugar. Hemos buscado noticias en el periódico pero todavía no sabemos nada. En fin, hay días y días.

Lunes 17 de junio: Marleen y el pequeño Liam vinieron a pasar el finde a Cottbus, así que Phil los trajo a desayunar hoy con nosotros para alegrarnos la mañana. Este enano crece sin parar, ¡pero es aún más flojo que el padre! Y el resto del día lo he dedicado a este mini-objetivo, que no me puedo creer que esté acabandooooo.

Ufff qué a gusto dormiré esta noche (si los mosquitos me dejan, que son una maldita plaga) !!! Espero que os disfrutéis las entradas tanto como yo escribirlas, y si no, al menos quedan todas mis experiencias registradas para mí y para siempre, que algún día, esta aventura tendrá que terminar :( Ya ni sé cuando escribir otra vez, pero os adelanto que se viene otra semana intensiva. Bis dann!!





Das kommt mir Spanisch vor!

Hola Bartolos y Bartolas!

Este es el post referente a la semana del 3 al 9 de junio. En cuyo viernes me enfrenté finalmente a mi examen oral en alemán (sí, voy a dar más la tabarra que Howard Wolowitz con su viaje al espacio). De ahí el título del blog, que significa "Eso me suena a español", como equivalente a nuestro "Eso me suena a chino", que es lo que pensarían los examinadores cuando les contestaba las preguntas.

Como auto-premio por mi hecho heroico, dos horas después del examen partí en una excursión que organizó la oficina internacional hacia Thuringen, estado federado del centro del país. Que duró todo el fin de semana, y nos tuvo hasta último momento con el alma en vilo, puesto que las inesperadas lluvias habían inundado muchas ciudades del centro-este de Alemania, y lo mismo íbamos a volver surfeando. Pero keine Panik, que todo fue bien.

Así que el viernes sobre las 13:00 nos encontramos con algunos de nuestros amigos y echamos unas cuatro horas en bus (que tendrían que haber sido de siesta, pero no) para llegar a la ciudad de Erfurt. Visitamos una ciudadela con los típicos elementos medievales, pero con la peculiaridad de que nos guiaron por unos túneles subterráneos un poco claustrofóbicos, que conducían a refugios para mujeres y niños, y a lo más importante: la bodega del vino de los monjes. Después unas fotos con un atardecer de película, en las dos catedrales que ahora son una sola. Nos dejaron a nuestra bola para cenar y tras una rápida investigación, decidimos cenar en un restaurante del casco histórico, con su correspondiente clavada por unos Thüringer Sauerbraten. Una vez alimentados, que falta nos hacía, nos fuimos a recorrer las callejuelas de la ciudad, que me encantó por la atmósfera tan animada que tiene, llena de baress intercalados con tiendas hipsters y artistas callejeros, y con el río totalmente adaptado a la ciudad. ¡El clima era perfecto!





Pasamos la noche en un albergue universitario y al otro día a las 8:00 ya estábamos desayunando y listos para irnos a Weimar, ciudad de la cultura de Alemania y hogar de Goethe y Schiller, figuras claves del Romanticismo alemán y universal. Por complicaciones no previstas, los monitores del viaje tuvieron que improvisar una visita guíada por la ciudad, pero se manejaron bastante bien. Por doquier hay esculturas, edificios clásicos, arte moderno y muros con frases literarias.



Paramos para almorzar y pedimos Würzfleisch (manjar de dioses) y zumo de banana (nunca lo había probado, pero lo recomiendo), esta vez a un precio razonable. Para dirigirnos luego al Palacio Belvedere, para descubrir sus interminables jardines, en el que un par de compis se perdieron alterando un poco los planes de la excursión.




Después dejamos las cosas en el hostal de Weimar y nos dieron la tarde-noche libre, y el pase para la noche de los museos, evento único en el año en el que todos los museos de la ciudad abren hasta medianoche.
Pero lo que pasa con los grupos grandes, es que siempre se pierde demasiado tiempo. Entre ponernos de acuerdo, comer algo, encontrar los sitios, la lluvia y el cansancio acumulado, la verdad es que al final sólo fuimos al Museo Goethe, shame on us! Y casi por casualidad, encontramos una torre en el centro de la ciudad que dentro tenía un pub muy rústico con música en vivo, en donde descubrí mi cóctel favorito para siempre jamás: Tequila sunrise. ¡Nos dio la vida!

El último día permanecimos en Weimar hasta mediodía, porque la mañana estaba reservada para visitar el Memorial-Campo de concentración de Buchenwald. Aunque no era una campo de exterminio y "solamente" moría gente por hambruna o enfermedades, ver un sitio así te deja hecho polvo. Aún así todos deberíamos hacerlo alguna vez en la vida. Lo que más me impresionó fue una sala, en la que se llevaba al preso engañado con la excusa de una revisión médica, y en cuanto se situaba para ser medido, apoyado en una pared con una rendija, un oficial le disparaba desde el otro lado de la pared.



Al terminar la visita dejamos la soleada Weimar, para ir a una lluviosa Eisenach, o a su parte más alta, para ver el castillo de Wartburg, que es patrimonio de la UNESCO y símbolo del feudalismo. En la Wiki está la explicación anecdótica de su nombre. Para destacar, hay una sala cubierta de coloridos mosaicos que ilustran la historia de los habitantes del castillo. 



Y con esto, una burguer y 6 horas de viaje de vuelta, se acaba mi trip y el post. ¿Seré capaz de escribir otro? Compruébalo!! Bis gleich!

Krass Wochenende

Hooola otra vez fieles seguidores!!!

Continuamos con las 2 semanas del 20 de mayo al 2 de junio, fácilmente comprimibles por el obviable estudio intensivo. De la primera semana lo más importante fue la visita a nuestros adorables Sarah y Sebo en Leipzig, ciudad de locos para todos los gustos.

Para ir y volver nos tocó pagar por primera vez, ya que fuera de Brandenburgo, lo único que tenemos incluido con el carnet de estudiantes es Dresden. Pero le sacamos buen partido a mitfahrgelegenheit , la página más famosa en Alemania para compartir transporte. Puedes encontrar tanto gente que vaya en coche y le sobren plazas, como viajeros solitarios de tren con tickets de grupo.

Al llegar nos esperaba Sarah, residente experta de su ciudad, que no nos dejó ni soltar los macutos para ir a recorrer el centro. Visitamos la original Nikolaikirsche, y la transformada Unikirsche, la cual fue en principio una catedral, que después de la Reforma Luterana fue donada a la Universidad de Leipzig y ahora forma parte del campus. Al lado estaba la Panorama Tower, un edificio de oficinas cuya terraza se comercializa como mirador. ¡Qué viento a esas alturas!



Después nos fuimos hasta su casa, dando un paseo por la biblioteca, el ayuntamiento, los tribunales... ¡cada edificio estaba más chulo que el anterior! Nos reunimos con Sebo en el piso, donde también habitan en armonía  un gato, dos conejos y una iguana. Soltamos las cosas y antes de que nos pillara la lluvia por completo nos fuimos a ver el Völkerschlachtdenkmal , un monumento con muchas interpretaciones, pero que se construyó básicamente para decir ¡Jódete Napoleón!. El interior es increíble, en cada extremo hay una escultura bestial de carácter simbólico, que combinada con la poca luz que entra, parece un escenario de las pelis de Mortal Kombat. Si consigues subir los 200 escalones, desde los balcones encuentras unas vistas geniales de la ciudad.




Dejamos el Denkmal para conocer más lipsienses en una barbacoa-cumpleaños de un amigo de los chicos, al más estilo americano, con la casa de dos plantas invadida y pasando alcohol por las ventanas. Si no hubiera sido por la lluvia y el frío, todavía estaríamos allí. Y la noche terminó en la calle de marcha para estudiantes, en la discoteca "Staubsauger"(aspiradora), donde el mojito que me sirvieron compensó la música fea que pincharon.

A la mañana siguiente nos agasajaron con un desayuno bio para reponer fuerzas y nos dispusimos a seguir explorando la ciudad en un Twingo loco. La lluvia no dio tregua, así que tuvimos que buscar lugares cerrados, como la Schmetterlingshaus (o mariposario), una fábrica abandonada o un salón de billar super elegante que jamás te imaginarías encontrar en medio de un polígono desolado.


No podemos estar más contentos con el viaje y con nuestros anfitriones, que lo dieron todo. Ya nos tocará volver en verano de verdad verdadero.

Y la semana siguiente fue anti-light total, se celebraba el 40 aniversario del Mensa (comedor universitario), y hubo ofertas especiales toda la semana. Postres y café gratis, tapas internacionales, pizzas a mitad de precio... ¡nos pusieron hasta una orquesta en el almuerzo!

Para el colmo de los pecados, el miércoles de esa misma semana se celebró el festival "Laut gegen Nazis" en el campus de la Uni, famoso porque suelen venir grupos musicales muy buenos, aunque este año fue la excepción y trajeron a unos raperos infumables, y la lluvia cortó un poco el rollo. Aún así, los germanos con una par de cervezas lo dieron todo en los circle pit. A veces el ser humano es extraordinariamente idiota.
Yo me entretuve catando las delicias de los puestos de comida internacional: lángos húngaro, plov ruso, mousse de mango indú y arroz dulce iraní. Acompañados con cerveza autóctona :)

¡Y con esto ya me cargo mayo! Venga, tomaos 5 minutos y nos vemos en el siguiente post. Bis gleich!!

domingo, 16 de junio de 2013

Wo waren wir?

Hola divinos de la muerte!!

Cómo estamos?? Con un moreno alucinante ya, verdad?? Golfos!!
Aquí vengo después de otra larga baja, de la que no os tenéis que preocupar en absoluto, sino al contrario, alegraros porque ahora vengo con mil cosas que contar, para llenar ese vacío inmenso que ha dejado Joselu y monopolizar el blog que a partir de ahora será mío y sólo mío!!!!


Para amenizar la lectura he pensado dividir todo el rollo que os voy a soltar en varios post, uno por cada semana ocultada. Veamos si con la resaca que cargo hoy puedo hacerlo de forma ingeniosa.


Empecemos por la semana del 13 al 19 de mayo. En mi último post os dejé con una tremenda expectación sobre una nueva e inminente experiencia. Se trataba de mis clases de Fabrikplanung (planificación industrial, aunque seguro que lo habíais deducido), mi primera y espero que última asignatura en alemán. Es lo que tiene ser Erasmus con asignaturas de libre configuración, que te puedes meter a aprender lo que te dé la gana. Constaba de un módulo intensivo de 3 días, en el que yo daba por hecho que aprenderíamos a usar algún programilla chulo y no me haría falta un vocabulario muy amplio, pero quienes observaron mis estados de desesperación en las redes sociales entenderán que supuse mal, para variar. Un señor alemán entrajetado y eufórico de principio a fin nos expuso cuatros temas teóricos sobre sistemas de planificación, características, ventajas y delirios filosóficos, que deberíamos tener aprendidos a las 3 semanas siguientes, para explicarlos en un examen ORAL y sin ningún material de estudio disponible, excepto lo que pudieras entender (o en mi caso copiar a toda leche) en las clases.

Pan comido!!!!
Creo que en mi vida he estado tan atenta en una clase, hasta pregunté y todo!! (que el pobre hombre me entendiera ya es otro tema). Y lo único que pensaba era "¿quién coj... me mandaría a mí a matricularme de esto???" Pero bueno, una vez dado el salto, ya no había vuelta atrás. Sólo me quedaba dedicarme en cuerpo y alma a este reto y rezar. Entre las palabras más chulas que aprendí os puedo nombrar "Wertschöpfungskette" (cadena de valor añadido) y "Wettbewerbsvorsprung" (ventaja competitiva).  Y me adelanto a la semana del 3 al 9 de junio para contaros que sobreviví al examen, aunque no sé ni como. No me quiero imaginar los horrores gramaticales que habré cometido, respondiendo a "lo que yo creía" que me preguntaban los examinadores. En fin, otra experiencia más que me llevo en el cuerpo y tan feliz que me fui con mi 3.7 (un 6 a regañadientes en España).

El jueves de esa misma semana, para aliviar un poco el shock, nos fuimos a ver que se cocía en la fiesta de la cultura latina en Bebel, aunque era más bien una fiesta centroamericana. Llegamos tarde para el quiz, pero por lo visto preguntaron cuál es la avenida más ancha del mundo, a ver si adivináis cuál es sin googlear. Comimos un arroz con leche ecuatoriano delicioso y nos pegamos unos bailoteos con música que esperábamos que fuera en español... pero no. Un amigo la pidió encarecidamente al dj y el muy entendido no nos ofreció otra cosa que "Ai se eu te pego". Aún queda mucho por hacer en este mundo...

Y el domingo aprovechando un precioso sol nos fuimos a Berlin a visitar el Carnaval de las Culturas, en un tren abarrotado de fanáticos del Energie Cottbus, que jugaba contra el equipo de Berlín. En Kreuzberg, el barrio más multicultural y creativo de la capital, habían montado un super-mercadillo con puestos de comida, bebida y productos varios de todos los países. Y repartidos por los rincones había conciertos al aire libre y actividades para promocionar la diversidad de culturas. Al principio pudimos recorrer todo tranquilamente, y comernos unas empanadas y choripanes en el puesto argentino, pero después del mediodía se petó hasta la muerte, llegó un punto en que caminábamos por la inercia de las corrientes de gente. Por ser el último día del   festival, se organizó un desfile con grupos de todas partes, y aunque al principio fuimos a verlo con toda la ilusión, al igual que miles de turistas, nos decepcionamos un poco al ver que no era algo continuo, sino que se cerraban y abrían las calles con cada grupo, lo que lo hacía demasiado lento para aguantar tanto tiempo bajo el solano. Aún así, recomiendo a todo el mundo que vaya a visitarlo, se organiza en Berlín todos los años para inaugurar la temporada y dura unos 3 o cuatro días. Aquí algunas fotos (que no le hacen mucho juicio, la verdad):




Y hasta aquí la semana políglota. Ya me pongo con el siguiente post. Bis dann!!!



lunes, 10 de junio de 2013

Epílogo


¡Hola carrasquillófilos!

Reíd, llorad, gritad, manifestaos. Esta es la última entrada de Carrasquillation.
Ante esta atroz noticia, las reacciones, variadas e impredecibles, no se han hecho esperar.












Después de mi visita a Irlanda, mi objetivo era aprovechar al máximo mis últimos días en Londres. Y aunque nunca se llega hasta donde deseamos (sobre todo teniendo que luchar contra paquetes y maletas que se niegan a alojar ropa y recuerdos de 9 meses), creo que lo hice bastante bien. Aunque no solo, ¿eh?

Remontémonos al día 28 de mayo. O más bien 29, cuando llegué a casa a eso de las 2 de la mañana después de un viaje demasiado largo. Ese día, aparte de dormir no hice gran cosa, había que descansar para poder seguir con el ritmo desenfrenado que me esperaba.

El 30 fue un día enorme. Empezando por la visita a Somerset House, que contiene varias galerías y museos de entre los que destaca The Courtauld Gallery, un museo de calidad y gratuito para estudiantes. Algunos de los más famosos cuadros de Manet y Van Gogh se encuentran en sus salas, además de otros no tan famosos quizá, pero de artistas como Monet, Goya, Gauguin y Degas.
Después, una de las mejores cosas que he hecho en 9 meses de Erasmus. Ir a The Globe (un teatro reconstrucción del original de Shakespeare) a partirme de risa con una representación de "El sueño de una noche de verano", la conocida obra donde se mezclan amor y desdén, hadas y asnos, música y teatro dentro del teatro. Os aseguro que fue irrepetible y que se puede valorar el gran trabajo que puede hacerse interpretando lo que se lee en un libro. Si estáis por Londres o tenéis la oportunidad, no dejéis de informaros sobre las obras. Por 5 libras de la entrada básica, merece la pena.
Y aunque ya no había ganas, me vi arrastrado con algún compañero de pasillo a un antro nocturno la mar de alternativo. Si sería alternativo que era un sótano con suelo de cemento y poco más. ¡Lo más raro es que no estaba en Shoreditch! Mi lanzada amiga de la noche, recordando una vez en la que estuvo ahí un par de años atrás, encargó chupitos de absenta flameados, a los que accedí gustoso como nueva experiencia antes de saber su precio (primer dolor) y su tamaño. Primera vez en 9 meses en el Reino Unido que vi servir una bebida espirituosa sin medir escrupulosamente el volumen. Y tuvo que ser absenta. 
Para más inri, lo "mezclaban". Diréis "¡bueno, así estaría más suave!". Sí, sí, y aumentaba el volumen de esa tortura para la garganta hasta el medio copazo. Cada trago era un suplicio y caía en el estómago como si tragaras piedras. Por suerte, un camarero se apiadó de nosotros y nos regaló un botellín de agua mineral que apenas nos alivió.
El día siguiente tocó madrugar un poco para esperar al repartidor de la caja. Cajita de 26 kg que tuve que transportar usando la fuerza bruta desde mi habitación hasta la puerta de mi residencia, que es un paseillo. No tenía unos brazos tan fuertes desde mi tierna adolescencia.

Última visita a Camden Markets para despedir lo más famoso de mi "barrio" y probar algo internacional que quedara en el tintero. No sé el nombre, pero era algo turco. ¡¡Y rebueno!!
Por la noche tocó la última noche loca (y la más loca) de mi Erasmus en Londres. 
Dos valencianas reencontradas fuera de sí, pérdida de vigilancia titera, una novedosa mezcla conocida como "agua de Valencia", pistolas de penes y gorros de policía pusieron las bases de una noche de bailes sexuales en el metro, bebidas robadas, invitaciones de ingleses ricos a chupitos y más chupitos y amanecer desde lo más alto de Canary Wharf.


Posar borracho en el andén 9 y 3/4 no tiene precio. Un poco más e intentamos atravesarlo.





Y a la mañana siguiente, que en realidad fueron unas horas después, tenía clase con mi querida alumna. Casualidades de la vida, la pobrecita mía tuvo un resfriado muy oportuno que me permitió quedarme dormido hasta las tantas y luego seguir mi vida con delicadeza y resaca.

El domingo, tal y como estaba previsto (más o menos) el grupo ya conocido como Big Three (está claro que los tríos juegan un papel muy importante en mi vida) puso rumbo al paraíso playero de todo Londoner que se precie: Brighton.
Una pequeña ciudad enriquecida por el turismo promovido desde época del rey Jorge IV. A nada que hayáis visitado alguna ciudad inglesa, Brighton destaca por una arquitectura mucho más rica y variada, más propia de una capital. El Royal Pavilion y el muelle (barra paraíso para ludópatas) destacan por su tamaño y originalidad.
Y comimos fish & chips bañados en aceite refrito y helado espiral de sabor blanco con su barrita de chocolate y me puse en bañador como si hiciera calor. Mucho postureo, mucho.





Después de un gran día de playa (sin baño, eso sí) decidí volver a casa a pie, para ver por última vez algunos de los monumentos más famosos de la capital, que a mí ya se me hacen familiares.

Los días pasaban y el final se acercaba, pero ya no me sentía mal. El ver que ya está todo listo, que tienes un viaje inminente, aunque suponga el fin de algo enorme, te hace sentir impaciente, con ganas de llegar a casa.

El lunes salí otro rato para despejarme, despedirme de algunos amigos y tomar por última vez cervezas a una libra. ¡Ah, el viejo Phineas! ¡Cómo extrañaré la UCL para según qué cosas!

Puedo sentirme orgulloso de haber aprovechado mi último día en Londres de forma extremadamente británica. Después de firmar papeles Erasmus y recobrar el dinero de mis Oysters extra de forma increíblemente fácil para lo que había supuesto, tocó picnic en uno de los parques de Londres, Hampstead Heath, que quizá os suene porque ahí fue donde me di un baño en un estanque helado hace unas semanas.
El tiempo era mejor y pudimos descansar en la hierba y tomar mi último meal deal en una buena compañía.

Eran más de las seis cuando llegamos con alguna gente más a nuestra siguiente gran parada del día: el Palacio de Westminster (o Casas del Parlamento o "mira mamá, el Big Ben"). Tras una cola cortita pudimos entrar y ver de nuevo el interior decorado, los bobbies y los commons y los lores haciendo de las suyas. O sea, poco y a la antigua.
*Por cierto, ayer gracias al nuevo programa de Ana Pastor descubrí que la página web más visitada en el Parlamento Británico es Facebook. ¡Sorpresaaaaaaa!

La última parada del día fue en una tetería (vale, era una Patisserie Valerie de esas...) para acabar el año lo más inglés posible:
Raisin scones with butter and jam plus earl grey tea.

Con la comida que me sobraba di una cena enormérrima para mis Erasmus favoritos (a los que espero volver a ver asap). Arroz con pollo y pimientos, salmón con patatas y revuelto de verduras fueron los platos estrella. Algún monólogo por aquí, algún vídeo por allá y a dormir. No puedo agradecer lo suficiente a L. y R. por sacrificar su comodidad, su sueño y la mitad de su miércoles por quedarse a dormir conmigo para madrugar y ayudarme con mi abultado equipaje. Literalmente, mis maletas pesaban más que yo. Eso sí, a cambio los invité a desayunar como señores en Heathrow, que eso no lo van a volver a catar en la vida.

Un regreso a casa largo e incómodo, pero no muy doloroso. De hecho aún no he presentado los síntomas más evidentes del síndrome post-erasmus.

¿Echaré de menos Londres?

Echaré de menos Londres. Vivir en la gran ciudad donde siempre hay cosas nuevas que hacer, donde no importa a qué torre o noria subas, nunca ves el final de los barrios, las calles y los edificios. La capital del Reino Unido, cuajada de monumentos visitados por turistas de todo el mundo. Echaré de menos poder ir al teatro, a la ópera, a conciertos de toda clase, a cualquier musical que se me antoje con solo dar un paseo.
Extrañaré los parques interminables de césped suave y árboles de copas inalcanzables y troncos inabarcables. Echaré de menos ver a media ciudad disfrutar de ellos al mínimo atisbo de sol, a sus lagos, sus fuentes, esculturas, sus cisnes enormes.

Pero no echaré de menos Londres. Vivir en la gran ciudad donde apenas te puedes relajar, donde no importa a qué torre o noria subas, solo ves calles y grises edificios. La capital del Reino Unido, a reventar de gente y de turistas, por donde apenas se puede andar. No echaré de menos que TODO esté a más de 10 minutos andando y el centro a más de hora y media. Odiaba coger el metro, coger el bus y pagar una cantidad desorbitada por el transporte público.
Echaré de menos el ajetreo y la animación, una ciudad que nunca para, en la que puedes salir y entrar cuando quieras sin sentir el miedo de una calle a oscuras y en silencio. 
No me acostumbro a la idea de no ver a gente de toda clase, condición, cultura, credo y estética junta, a la vez y mezclada, en un alarde de multiculturalidad y respeto. A que no volveré a aprender tan rápido tantas tradiciones de pueblos tan variados o cómo saludar o blasfemar en griego, japonés, árabe o tailandés.

No echaré de menos el ajetreo y la animación, el no parar, el no poder andar tranquilo, sin soltar u oír un "sorry" a cada paso de la gente que tropieza; esos "excuse me" que parecen educados pero suenan fríos y cortantes. No tengo ninguna necesidad de ser experto en la digestión humana según el color y consistencia de cientos de muestras de vómito de camino a casa en la noche.
No echaré de menos la sensación que me asaltaba a veces de que el respeto entre humanos no es más que un sueño cuando se ve la desproporción de puestos como camareros de McDonald o seguratas nocturnos de edificios pijos que están ocupados por negros. O cuando en algún colegio destaca la proporción de una etnia concreta. O cuando nadie se extraña de piercings, peinados o colores de pelo de lo más estrafalario pero se quedan mirando un grupo de sabe Dios qué cultura saliendo vestidos igual.

Echaré de menos conocer gente. Decenas, ¿cientos tal vez? de personas he conocido. Algunas han pasado volando, otras se han ganado un sitio en mi vida. Echaré de menos que fuera tan fácil hablar con cualquiera. Aunque bien es verdad que te das cuenta de que casi todas esas relaciones son efímeras y de plástico y que lo que ya tenías antes de partir, no tiene precio.

Echaré de menos tantas cosas que no podría terminar. Y a la vez, no las extrañaré en absoluto.
Nada, nadie ni ningún lugar es perfecto; la gracia está en centrarse en lo bueno que tiene el sitio en el que te toque estar cada vez.

Eso sí, no hay ninguna experiencia en mi vida comparada a los 9 meses que acaban de terminar. Y creo que no la habrá nunca, lo que me pone un poco triste. Pero ya lo dije en su día, cuando nos terminamos una buena tarrina del mejor helado, lo único que podemos esperar es que el siguiente sea, al menos, igual de bueno.

Prometo que sabréis de mí si os interesa. Muchas gracias por seguirme en todas estas entradas que han recogido algo de lo que he vivido estos meses. Gracias por el apoyo demostrado con vuestras visitas y comentarios. Sin ellos, es evidente que un proyecto tan largo como este habría ido decayendo y siendo abandonado. ¡Gracias por mantener vivo Triqs!

¡Un abrazo!

jueves, 6 de junio de 2013

Where the girls are so pretty

¡Hola carrasquillófilos!

Hoy, en vez de deleitarme con los dulces placeres de las despedidas largas y lacrimógenas y los reencuentros escasos pero emotivos, dedicaré esta entrada íntegramente a mi viaje fin de Erasmus a Irlanda. Los últimos días en Londres os los contaré en próximas entregas desde mi dulce, dulce hogar.

Remontémonos al día 23 de mayo cuando, de madrugada y sin tener muy claro los autobuses que nos llevarían al aeropuerto, tres hombretones como tres castillos partimos a la isla esmeralda. Ese mismo día comenzamos a descubrir Dublín que, para variar, es mucho más pequeña e ininteresante que Londres.
Empiezo a pensar que vaya a donde vaya a partir de ahora, ninguna ciudad me va a sorprender como esta. Da un poco de pena, pero oye, ¡eso que me ahorro en viajes!

Los puentes sobre el río Liffey, y los edificios grandes y medio clásicos a su orilla son característicos de la ciudad, al igual que la Spire (la escultura más alta del mundo). Sin embargo, los rincones más bonitos están en la orilla sur del río, en la parte más antigua de la ciudad. Dos catedrales, un puñado de iglesias, un castillo y algún que otro monumento y museo ponen algo de interés turístico e histórico en esta ciudad.


















Pero está claro que lo mejor de Dublín no está en la calle ni de día. Lo mejor de Dublín está en los pubs.
Puede que parezca predecible, generalizado o "mainstream", que se dice ahora, pero es la pura verdad. La música en directo no tiene el mismo efecto en ningún otro lugar del mundo (que yo haya visitado, no os fiéis): la gente canta las canciones que un guitarrista entona acompañado del violín más rápido del mundo, un par de Guinness más y todo el mundo está de pie, cantando, bailando, saludando a completos desconocidos como si se conocieran desde antes del útero materno.
Siempre queda la duda de si esa realidad es artificial, construida para turistas que esperan encontrar ese ambiente. Pero, ¿a quién le importa? Las canciones, los bailes, las risas, son de verdad.

¿Qué hay que visitar en Dublín? Pues con un tour de esos "gratuitos" que te dan una vuelta por la ciudad ves lo más importante y aprendes un montón sobre la historia de la ciudad. Los orígenes de la ciudad están marcados por las invasiones vikingas, un pueblo que llegó a establecerse aquí durante un puñado de años. Así, acortando, echaron a los vikingos, pero luego llegaron los ingleses, lo que dividió a la población de la isla en dos, especialmente desde que Enrique VIII decidió separarse de la iglesia católica, algo que no agradó en absoluto a gran parte de la población de la isla. Así, durante mucho tiempo, intentaron separarse pacíficamente pero no lo consiguieron hasta una revolución conocida como "el alzamiento de Pascua", nada menos que en 1916. Se reconoció su independencia en 1922 pero no llegó a establecerse la república hasta 1949. Estas cosas le hacen a uno replantearse la idea de que todo ha sido igual a como es ahora desde hace mucho.

Los edificios más antiguos de la ciudad son la catedral de Christ Church (s. XI) o el castillo de Dublin (s. XIII). También destacan la catedral de San Patricio (patrón de Irlanda) o los edificios del Trinity College, con unos magníficos jardines.








 De izquierda a derecha y de arriba a abajo: catedral de Christ Church, Trinity College, catedral de San Patricio y castillo de Dublín.



No nos pudimos perder la visita a la fábrica de Guinness, donde te explican cómo se produce la magnífica cerveza, manjar de los dioses, con ingredientes selectos y secretos y un proceso que funde el arte cervecero de siglos con la más alta y novedosa tecnología. Si tuviera que definir la visita con una palabra, sería "OBJETIVIDAD" /ironía on/. Por suerte, aparte del marketing, también te dan bastante Guinness y, si andas listo, algún que otro vaso.

Estilazo escanciando.



Como los vuelos baratos tenían fechas un tanto curiosas y Dublín no da para tanto, nos dio morriña y volvimos al Reino Unido a mitad de viaje. ¿A Londres? No hombre, no. A Irlanda del Norte.

-Clase rápida de geografía política de las Islas Británicas:
Conclusión: todo es el Reino Unido (de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte), excepto la "República de Irlanda".  No me preguntéis cómo llaman a Gales, Escocia, Inglaterra e Irlanda del Norte. Usan "country", pero no son países anymore. Llamémoslos "reinos".
Pues eso, ahí vimos el Sainsbury's y ya, de paso, la capital Belfast y un tour por el countryside. ¿Que qué hay que ver en ese rincón del mundo? Podéis empezar por preguntar a los responsables de las localizaciones en "Juego de Tronos". Cañadas, valles verdes, bosques, costas salvajes, castillos enormes o derruidos y la famosa Calzada de los Gigantes.























Poco más al volver a Dublin, una excursión al paraíso playero de la capital irlandesa: Howth. Que no es una isla, ¡sino una península!. Allí había todo lo típico de las playas del norte: piedras, casitas, fish & chips, gente bien abrigada, en fin... ¡Ah! ¡Y focas!














En fin, que fue un gran viaje, Irlanda un gran país, con mucho español también, paisajes increíbles y muchas cosas que me quedaron por hacer, por si algún día toca volver.

Aunque, de tanto viajar y visitar... ¿por cuánto me seguirá saliendo a cuenta, sorprendiéndome? ¿Veré paisajes tan sobrecogedores como los de las highlands escocesas? ¿Visitaré alguna ciudad tan viva y grande como Londres? ¿Veré aguas turquesas como en el Caribe? ¿Sentiré un frío como aquel de Burgos? ¿Veré edificios que aún te dejen más boquiabierto que Nôtre Dame?
Supongo que solo hay una forma de saberlo ;)

¡Un abrazo!

lunes, 27 de mayo de 2013

Molly Malone

¡Hola carrasquillófilos!

Ya sabréis muchos donde me encuentro ahora mismo. ¡Una pista!


Yep, yep: Dublin City o, como NO dicen por aquí, Baile Átha Cliath

Como comprenderéis, queridos lectores, no me encuentro en posición óptima para escribir una entrada como es debido. He decidido que ya os contaré con pelos y señales mi estancia aquí en la siguiente entrada, así que hoy os conformáis con saber qué fue de mí en el par de dias iniciales de la semana pasada.

El lunes salí esperando un fin de exámenes no ya épico, pero al menos memorable. En fin, no todo sale como queremos y, después de unas cervezas en el bar de la facultad (¡¡a un eeeeuro, a un eeeeuro!!) nos fuimos al club más sórdido de Londres para un lunes por la noche, el Moonies. 
Ni una persona sobria en millas a la redonda, vamos, eso era un festival de personajes perjudicados, una exposición de hígados agonizantes, el apogeo y el cúlmen del consumo exagerado de alcohol. ¿¿Por qué yo no formaba parte de ese grupo??
La verdad es que los ánimos del grupo se enfriaron, muchos se fueron antes de ir a bailar, el sitio era apretado, caluroso y rodeado de borrachos con escaso sentido del equilibrio. 

El día siguiente me enfrenté al fin al reto de ir preparando el equipaje de vuelta. Y, aunque hay ganas de pasar por casa ya, echaré mucho de menos vivir por Londres... así que fue un poco deprimente eso... 
Para compensar, salí al turismo que queda por hacer, que no es poco.

Subí a la torre de la Catedral de Westminster. Junto con la experiencia de la London Eye llegué a la conclusión de que Londres visto desde arriba es más bien feo. No os gastéis el dinero en esas cosas. Y apuesto a que el Shard es más de lo mismo.

Después visitamos los Reales Palacios de Justicia. Un edificio grande y hermosón que todavía funciona como juzgado y en el que los abogados llevan sus pelucas empolvadas y todo, ¡como está mandado!

La última parada del día fue en la Tate Modern, que al final me convencieron para visitar la retrospectiva de Lichtenstein. Mucho pop art, muchos puntos y mucho postureo.

Durante la cena tuvimos lo que acabó convirtiéndose en una pequeña fiesta con sushi artesanal gracias a R y quiches verdaderamente francesas. Ya he aprendido, os haré cuando vuelva.

El miércoles, víspera de mi partida, aproveché para conocer el Camden profundo, gastarme unas librillas en los mercados como un turista cualquiera, probar los típicos "pie, mash and eels" (empanada, puré de patata y anguila) y caminar hasta Hampstead Head, un parquecito encantador con lagunas donde un puede tomar un baño a 13°. 
La respuesta a la pregunta de si me metí es más que evidente.


En fin, me llaman para comer.

¡Un abrazo!


lunes, 20 de mayo de 2013

Dog days are over

¡Hola carrasquillófilos!

¡Se acabaron los días de perros*!

*N.del T. En inglés "dog days" hace referencia a los días más calurosos de verano, no a tiempos difíciles.
En otro orden de cosas, tampoco he tenido que estudiar tantísimo como veréis.

Y, ¿a qué viene esto? Pues simplemente a que hace escasas horas he terminado (con éxito espero) el último examen de mi carrera. Y esta vez de verdad, nada de Erasmus inesperados.

Así que, como imaginaréis, la semana ha estado marcada por el estudio de "Procesos downstream avanzados": centrífugas, membranas, cromatografía. Superinteresante.

Pero ya sabéis que siempre se intenta hacer algo con el tiempo que queda libre. Esta semana ha habido alguna salida nocturna al bar de la facultad, que a 2x1 no se puede resistir y hasta me han invitado tres veces a cenar esta semana, TRES VECES.
El lunes, restaurante tailandés, el viernes burritos artesanales de mano de un genuino mejicano (con salsa de su abuela, que tiene los espíritus de millones de papilas gustativas persiguiéndola desde el más allá) y el sábado, lasagna a la turcoindonesia con sangría genuina española.

¡Ah! No se me puede olvidar, la gran experiencia de la semana fue montarme en el London Eye (la noria esta grandota que hay a la orilla del Támesis). Os dejo un par de fotos:




Fui porque había 2x1 y la conclusión. Ni a mitad de precio sale muy a cuenta. Apenas 15 minutos de viaje y se ve solo lo más importante de City of Westminster, ya City of London queda retirado. No desanimo a nadie que quiera hacerlo, ¡ojo! Pero para lo que es, me parece ridículamente caro.

Hoy para celebrar el fin de exámenes comí en un restaurante nepalí (tampoco tan exótico como yo me esperaba) y ahora me voy de fiesta! Espero que salga bien, que los ánimos a mi alrededor están decaídos. Ya os contaré, ya. Aunque quizá lo haga desde otro país ;)

No hay mucho más que decir, que tengáis cuidadito, me leáis mucho y bien y que pronto, muy pronto, os veré a todos. ^_^

¡Un abrazo!

jueves, 16 de mayo de 2013

Komisches Wochenende

Hola mis queridos!!

Que tal va todo??? Seguro que con el buen tiempo que estáis teniendo por allí, más que bien! Como os prometí en el anterior post, esta última semana dí lo mejor de mí para contaros grandes aventuras, aunque no todo funcionó a la perfección...

El pasado miércoles a pesar de mi apretadísimo horario, conseguí  hacer un hueco para irme con los de siempre a echar unos billares (cada vez soy más mala) y luego dejarme la piel en el futbolín, el cual conseguimos hackear para jugar de gratis. No alargamos mucho la noche porque todos teníamos planes para el día siguiente: festivo dedicado al Christi Himmelfahrt para los más religiosos, aunque para el resto del país es más conocido como el Männertag, día en que los hombres hacen "cosas de hombres". Generalmente cogen las bicis y se reunen en el río para pescar y beber cerveza hasta morir. Obviamente es algo injusto para las mujeres... la pequeña ventaja para nosotras es que el día del padre está incluído aquí, y nos ahorramos el regalo, que se da por hecho que es su plena libertad por un día. Aunque nosotros, en nuestra constante lucha por la igualdad, planeamos algo diferente, que podría haber marcado uno de los mejores días de mi vida: ir a remar en canoa a Lübben...


Pero como nuestro colega Murphy nunca nos abandona, la noche anterior comprobamos el tiempo, y vimos que nos esperaba una tormanta de la leche. Así que con todo el dolor de nuestra alma tuvimos que abortar el plan. Para máxima irritación, al otro día sólo cayeron unas penosas gotas. Moraleja: manda a tomar por culo a los meteorólogos porque son unos pesimistas  nunca mires el tiempo. ¡¡Pero no os preocupéis que volveremos y conquistaremos!!! El plan B consistió en ir a visitar Potsdam, capital de Brandenburg, pero Murphy todavía tenía ganas de juerga y bloqueó la línea de tren que nos iba a llevar...



Ya de "verloren zum Fluss" (perdidos al río), optamos por bajarnos en Zoologischergarten (Berlín) y dar un laaargo paseo por una de las zonas más pijas de la capital, con visita incluída a la "Neue Kirche" en el memorial Kaiser Wilhelm, una capilla digna de una peli Sci-Fi. He aquí algunas fotos:




El viernes tocó vuelta al trabajo, compensada con una burguer en Friedrichstraße para ponernos al día con Bobby, y vuelta a casa pronto, que había que preparar muchas cosas para la excursión del sábado. La oficina internacional de la Uni organizó una visita a Neuzelle, un pueblito a una hora de Cottbus en dirección este. Allí visitamos su ancestral Brauerei (fábrica de cerveza) producida originalmente por monjes bajo el eslogan "Ora e labora", considerando la cerveza su única diversión. La visita guiada terminó con una cata de dunkel Bier, Apfelbier y Pilsner. Suficiente para seguir contentos el resto del día :)



Después de un paseo alrededor de su lago de cuentos, nos reunimos todos para hacer un Potluck o pic-nic internacional. Mi tortilla desapareció en cuestión de segundos, y todo lo demás estaba riquísimo, había comida de todos los rincones del mundo. Por cierto, si un hindú os dice que su comida está "un poquito picante", NO OS ACERQUÉIS!!! A mí todavía me arde la lengua por haberla probado.



Seguimos con una sesión de fotos y tiramos para el monasterio y su catedral anexa. La catedral nos resultó bastante impresionante, distinta de lo que se ve por aquí normalmente, con un fuerte contraste de blancos y dorados y recargada por doquier. El monasterio no me pareció nada especial, la verdad sea dicha. Y con esto y otra caminata de vuelta a la estación concluyó la excursión. No estuvo nada mal por 5 pavos!!




El tren fue el punto de reunión para la planificación de la noche... que para variar distó mucho de la programación inicial. Quedamos con Dorota, Michael, Sina, Moi y Petty en la Uni, llegamos en bici y con cerveza en mano como auténticos guiris, antes de las 23:00 para que nos dejaran entrar gratis a la party de turno, y ¡oh tropiezo del destino!, ninguno se acordó de marcar "asistiré" en el evento de Fb correspondiente, por lo que nos querían cobrar 8 leuros. Así que después de intentar todas las formas de colarnos fallidamente, fuimos en busca de otra opción, cosa limitada en esta ciudad. De repente alguien escucha algo sobre una fiesta en la laundry (sótanos de las resis), y para allá que vamos en busca de amigos nuevos, y resulta que ¡oh, jódete destino! ¡era una fiesta de cumpleaños doble de nuestros amigotes los hindúes!!! Entrada libre, cerveza gratis, música molona y súper buen rollo! Las lavadoras nos valían de barra y tarima si hacía falta. He de destacar la amabilidad de estos chicos y sus enormes sonrisas, porque si se cuela en mi fiesta de cumpleaños un grupo de frikis como el nuestro y se beben la birra por la cara, los echo a patadas!! Por cierto, ¡mil felicidades Raghu y Sai!!!

Rematamos la semana con un domingo resacoso con un desayuno eterno, animado por la tarde, cuando nos reunimos con gente de la Uni ¡para practicar un Flashmob!! Pero SHHHHHH!! Que es una sorpresa :)
Aunque los pasitos de Michael Jackson se me están atravesando más de la cuenta, creo que nos vamos a divertir un montón si al final sale bien. Y si después del entrenamiento Moi nos agasaja con té iraní y pastel de frutas a un turco, una taiwanesa, un macedonio, dos alemanes y una argentino-española, lo único que nos queda es contar chistes!!!

Menos mal que he dicho bastante del fin de semana largo, porque de lo que llevamos de semana no hay nada destacable. Pero no os preocupéis que mañana a las 11:30 comienzo una nueva experiencia, si queréis saber de que se trata tendréis que volver por aquí!!! Muajajajja!! Bis dann!!