miércoles, 5 de diciembre de 2012

Weihnacht irgendwo

  Hola piradillos!!

  Ya tocaba tener noticias en die Alfön no?? Paso a contaros todo ya sin perder ni un segundo.

  Del último finde de noviembre cabe destacar que por fin... ¡encontramos las pirámides!! Y la razón por la que no las vimos antes es porque están en la quinta polla bastante lejos de aquí. Para hacernos los aventureros nos fuimos andando, y dimos con un importante obstáculo al llegar al único puente que conecta el sur de la ciudad con las pirámides. Estaba bloqueado por una tremenda avalancha de fans del Cottbus Energie volviendo a casa. ¡Madre mía! ¡Ahora sé dónde se mete la gente en este pueblo! En serio, ¡tuvimos que esperar más de una hora para pasar! Cuando conseguimos cruzar, aunque el día se oscureció un poco (a las 4 de la tarde, ya sabéis) pudimos disfrutar de este maravilloso paisaje:



  Esto forma parte del enormísimo Branitzer Park, diseñado al más puro estilo inglés por el duque Pückler-Muskau en el siglo XIX. La tumba de este pobre hombre y su mujer yacen bajo la Wasserpyramide.

 Con el frío ya dando caña, nos empezamos a pensar dos veces lo salir y apartarnos de nuestra amada calefacción, así que hemos estado más en plan de spontaneous meetings. El ante pasado domingo fue un día de muchas risas en casa con la visita del pequeño Nino y sus padres, jugando a la Wii, con la desventaja de no enterarme nunca de las reglas en alemán :p Ese terremoto germano nos dejo el piso patas arriba!


  Y el pasado miércoles tuvimos un almuerzo en el piso con unos amigos iraníes, a los que dejé locos con mis tartas vegetales. ¡Somos los mejores anfitriones!! El almuerzo era una excusa para quedar de party por la noche, pero como ya os comenté, aquí las cosas hay que avisarlas con demasiado tiempo para mi gusto. Así que lo postergamos hasta el día siguiente, cuando se celebraba la fiesta de la cultura polaca en otro garito cutre cerca de la uni. Conclusiones: los polacos se emborrachan a muerte y muy rápido. Para la hora que estaba acordado empezar la fiesta, ellos ya iban doblados. Flipé con una bebida que hacen con rodajas de pepino y con unas tostadas con la mantequilla más grasienta que he probado en mi vida. Y la música consistía en pasar a versión techno cualquier canción del mundo. En fin, donde fueres, ¡haz lo que vieres!

  Este último fin de semana se ha ganado el título de "finde de los mercados de Navidad", o de los Weihnachtmärkte, como los llaman aquí. ¡Nos hemos recorrido todo! Empezamos el viernes en Berlín, pero llegamos un poco tarde y sólo pudimos ver la parte de Alexander Platz. No importa que sea Navidad, no importa que sea viernes, no importa que sea la capital del país. Los chiringuitos cierran a las diez y punto pelota. En el mercado te encuentras de todo, casas-tienda de millones de tipos de adornos para el árbol, puestos de comida, puestos de ropa, puestos de regalos, y lo más importante... puestos de Glühwein!! Es vino caliente con hierbas que tienes que beber, te guste o no, para sobrevivir al frío. Las reglas para beberlo son, no olerlo antes de ingerirlo y beberlo muy rápido, porque en frío es una asquerosidad. Por supuesto se puede aliñar al gusto, con Amaretto o ron. Y lo más chulo es que pagas por adelantado por la taza navideña, y si te gusta, pues te la quedas.

    El sábado recibimos la visita de la familia de Roy al completo, padres, hermano y perro. Nos trajeron un montón de adornos para el piso, y después nos fuimos al Weihnachtmarket de Cottbus. ¡Ganamos dos botellas de vino en la feria! Comimos platos típicos navideños y nos montamos en la súper noria, donde me moría de risa con las caras de vértigo del pequeño Tom.



   Lo que más me gusta del mercado es que es para todo público. Allí ves niños, jóvenes y viejos. Todo el mundo encuentra su sitio. Cuando terminamos de recorrer la mierdecilla de el escueto mercado de Cottbus, nos montamos en el coche a por más aventura: ¡mi primer Flohmarkt! Literalmente se traduce por mercado de pulgas, y viene a ser un gigantísimo mercadillo de cosas de segunda mano.



  Me esperaba algo al estilo americano, pero es más bien un mercado de antiguedades, tiene pinta de que se venden cosas de gente muerta o algo así. Ves de todo, juguetes horripilantes, chapas de militares, monedas, muebles, videojuegos, máquinas de escribir, joyas... Yo me pillé una lámpara chachi piruli para mi cuarto ¡Está permitido regatear! Me ha gustado mucho la experiencia, lo mismo me convierto en una caza reliquias.

  Y rematamos el finde llendo el domingo al Weihnachtmarket de Dresden, donde quedamos con crazy Sarah otra vez y con su crazy novio Sebastian. Si se trata de una ciudad con encanto de por sí, con el mercado de navidad, ya es una pasada. Está a lo largo de toda la ciudad, repleto de gente. Nos pusimos hasta arriba de Glühwein y Sebastian compró todo lo que vio a su alcance. Fue un domingo memorable, por supuesto con carrera final para no perder el tren de vuelta.




  Y por último, de esta semana, os dejo algunas pics de la fiesta del cumple de Moi en la resi y de la segunda parte de la exploración al río con Milad y Mina. ¡Quién iba a decir que estos asiáticos iban a ser tan petardos!!








  Nos vemos el próximo miércoles!! Bis dann!!
  

6 comentarios:

  1. Grande Alfon!!!!
    Sabiendo regatear, aunque a mi me tienes que explicar mejor que es eso de un juguete horripilante jajajjaa

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    1. Jajaja, sabes esas muñecas de porcelana de las pelis de miedo?? Pues ese tipo, pero algunas sin ojos y con ropa hortera... quién comprará eso??

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  2. Pero qué guapa que estás!! ya se te ve con menos carilla de frio, parece que te vas acostumbrando jajaja y tu bebiendo vino?? y caliente?? tienes que venir antes de que no te reconozca jajajaja que ganas de verte ya!!!

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    1. Gracias preciosisima!! Ya he aprendido a abrigarme bien, y ya sabes que el vino está forzado por las circunstancias,jaja. Pues si, tenemos que vernos pronto que la metamorfosis alemana ha empezado!! Muakk!!

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  3. Ey, me alegra ver que lo pasas tan bien, jodía!!
    Aquí también hay un montón de mercados navideños que seguro que os encantarían. Pero como todo, son increíblemente caros. ¿A cuánto está el vino? Aquí lo llaman mulled wine y también lo hacen (hacen lo típico de cualquier sitio los copiones; al lado hay un puesto de churros con chocolate).

    Lo que más me gusta es ver lo bien que te va con el compañero de piso y toooda su familia! Es una alegría estar tan integrada y seguro que estás aprendiendo mucho alemán así.

    Te dejo, pero antes te digo que no pienses nunca que el ChemCad va a hacer 20000 iteraciones en una noche. Te levantarás e irá por la 10263... (true story)

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    1. Gracias Pepelu!! aquí también son caretes los mercados, pero era de esperarse.El vino varía entre 2,5 y 5 pavos, y le tienes k sumar el "Pfand" para alquilar la taza :( London está ganando tremenda fama de copiona en todos los sentidos, a ver cuando nos cuentas sobre algo bien, bien típico! Por cierto, lo de los carteles me encantó :)
      En cuanto a la integración... creo que tengo que contarte ciertas cosas in private!jaja. Pero sí, los Urban son súper apañaos.
      Maldito chemad, ayer soñé que Borrego nos mandaba a hacer un esquema con eso, y yo no lo tenía ni descargado,aghhh.

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