Ice, ice, baby

¡Hola carrasquillófilos!

Un lunes más pero no un lunes cualquiera, hoy os vuelvo a escribir desde Londres.

To Loki por la gran ciudad.

Y no ha sido un regreso cualquiera. Seguidme a través del relato de esta apasionante semana. ¡Ah! ¡Y concurso nuevo al final!

El martes fue día de viaje. Viaje estresante donde los haya, a todos lados parecía que llegaría tarde: bus desde Montilla con retraso a Málaga, llegada tardía a Barajas con vista rápida a RRR y luego corriendo de una terminal a otra pensando que llegaba tarde. Una cola de gente para embarcar hasta donde la vista alcanza y yo, como soy tan cool, me la fumo entera para acabar en la puerta de embarque de un viaje a Nueva York, así que...

...que noooo, que no acabé en NYC! Os lo creéis todo, ¿eh? Pero sí que tuve que chuparme otra cola igual de larga en la puerta de embarque contigua...

¿Qué pensaríais si el avión no despega y os habla el señor comandante diciendo "Disculpen las molestias, señoras y señores, pero hemos tenido una avería durante la prueba del motor y estamos intentando arreglarla"? Pues probablemente no lo mismo que yo, que me quedé sopa y lo siguiente que recuerdo fue estar ya a altura de vuelo. Así soy.

Y llegamos a Londres tarde, por supuesto, pero aún así en el aeropuerto no nos ponen la rampa para salir. Y que no, que no, que no. Yo ya pensaba que había un apocalipsis zombie en Heathrow y que los walking dead esos aún no sabían hacerse pasar por controladores aéreos.
Al final salimos por las escaleras a tierra directamente, como los famosos de antes.

Heathrow es grande y tiene tiendas y de todo. Lo digo porque tuve que esperar a una visita más de lo que había calculado y me dio tiempo a verlo entero. Sí, podría haberme ido y decirle cómo llegar, pero qué queréis... siempre seré un Spanish gentleman.

Y la gran visita de la semana fue la señorita N. Muchos la conoceréis, pero para los que no, puede describirse como una chica casi perfecta, salvo por el gran, gran, gran defecto de no seguir a este maravilloso blog:

Todos juntos: ¡¡¡BUUUUUUUUUUUUUUUUUUUH!!!

Está por ver aún si otro defecto es que se queda las fotos que hace para ella y no las pasa o las sube a cuentagotas. Not naming names, pero no sería la primera...

Y con tanto viaje y llegando tarde ese día no dio mucho de más, una visita rápida al rey del falafel solo. Pero el día siguiente fue increíble. Lo bueno de ir con esta chica es que se mete de cabeza en todos los embolaos que puede. Y yo no necesito que me pinchen mucho para intentar colarme en un edificio gubernamental bien protegido... Gracias a ella ahora sé que se puede entrar fácilmente al parlamento (sí, donde el Big Ben) a ver las galerías góticas recargadas y a los parlamentarios discutir sobre si suben o no el precio del metro. Os advierto que le da un aire a España en cuanto a la asistencia al menos, por si esperabais eficiencia británica.

Aquel miércoles Londres se alegró de recibirnos, desde luego. Hacía más calor que en mi tierra (en esta época) y aprovechamos el buen tiempo para comer tranquilamente en Hyde Park. Un paseo largo por él, Buckingham Palace, Trafalgar Square y la entrada al Parlamento completaron el día, que fue más british que el fish&chips.

Con la promesa de un pronto reencuentro, se fue mi visita en un tren.

El jueves solo destacó por el reencuentro con la gente de inglés, con las que comimos unas pizzas a 2x1. Hay que aprovechar las ofertas en esta tierra. El resto del día y el viernes fueron dedicados a exprimir cada minuto para tener lista toda la tarea para el fin de semana, de forma que pudiera disfrutar del reencuentro antedicho con toda tranquilidad.

¡Y vaya si lo hicimos! El viernes volvió la N y pudo degustar unos de mis extenuantes fines de semana londinenses. Como atracción especial, nos fuimos al Festival de Esculturas de Hielo de Londres 2013 (solo ese fin de semana). 

Escultor español a mitad de trabajo. Sí, son tetas.

Pudimos ver un ajedrez de hielo, pasear entre los artistas que se afanaban por pulir los bloques transparentes en un arte efímero e, incluso, tener una clase de esculpido en hielo. Jomy quedó precioso.

La chica exploradora aceptó subir a lo más alto del observatorio de Greenwich solo por ver una vista diferente de la city y luego, cogimos un autobús hacia Tower Bridge para seguir el itinerario más oficial que sigo perfeccionando. 

Uno de los recuerdos más vívidos de esta visita será el frío de tres pares de *insert body part here* que pasé cruzando el puente. Lo demás del recorrido ya lo conocéis, salvo por un empeño secreto de la amiga esta que quería ver la tienda de Abercrombie. Para quien no lo sepan, venden ropa y parece ser que van los dependientes semidesnudos. Ella me aseguró que había paridad en eso del "staff", pero google disiente muy mucho... Igual dio, todo estaba cerrado a esas horas, pero ya sé dónde están las tiendas carísimas de la ciudad, una cosa más que incluir en la Guía Londoner.

Así, sin nada en el estómago más que dos hamburguesas chiquitas del Macdo a eso de la 1 del día, nos fuimos al bar de la facultad. Y elegimos beber snake bite. Y fueron varios. Así que la noche fue muy pero que muy divertida. Y la vuelta a casa muy pero que muy poco recta. 

El domingo nos despertó la luz de mi vida a las nueve de la mañana. Que lo quiero mucho, pero nos fastidió el descanso esa mañana. Mr P (que por cierto, tampoco sigue el blog: BUUUUUUUUUH!!) volvió a mí para pasar con nosotros un día más el Londres. Fuimos a Camden Market, a Abbey Road (prometo foto tan pronto como sea posible, que necesita ligeros reajustes de iluminación...) y a Notting Hill. No vimos a Ringo ni al Grant, pero el frío no lo dejamos de ver.

En fin, un fin de semana como no hay dos, compartido con una luz y un lucero, pero que ya acabó y me dejó de nuevo solo. Toca ponerse serio con el trabajo de nuevo, aunque ver nevar distrae demasiado. 

Prometo poner algunas fotos de esta gran semana en próximas entregas (perdón por los gif xD).

BRITISH HIDE & SEEK

Pues como terminó el exitoso concurso de London Quiz (además, mi cámara está rara y ya no quiere hacer fotos, se siguen aceptando regalos de navidad), vamos con otro nuevo.

Es un concepto un poco más complejo e innovador, ¡pero espero que os enganche y dé buen resultado!

Las reglas son bien fáciles. A lo largo de cada entrada yo meteré así sin que se note mucho algo cultural de aquí de la tierra. Probablemente sea un libro o un escritor, tal vez un artista o una comida, quizá una buena película. Normalmente no se dirá el nombre directamente, sino que se hará alguna sutil referencia. Quien acierte y escriba en un comentario el nombre de lo que se esconde se lleva 5 puntos. ¡¡Ni más ni menos!!

¿Qué? ¿Demasiado difícil? Pues os aseguro que el de hoy es tan fácil que os pegará en la cara. ¡Suerte en la búsqueda!

¡Un abrazo!