lunes, 7 de enero de 2013

Para volver a volver

¡Hola carrasquillófilos!

Hace poco os escribía la primera entrada desde casa después de algún tiempo. Hoy será la última hasta fecha aún indeterminada. Londres no puede estar más tiempo sin mí.

Nochevieja transcurrió como de costumbre: cena, uvas, programas malos en la tele, fiesta de cotillón... No es por nada, pero a algunos se les nota ya la edad. Y aunque podría, no lo digo por mis acompañantes, sino por la mitad del aforo del local, que superaba ampliamente los "taitantos" años.

Los días entre año nuevo y reyes pasan sin mucho que contar... Alguna quedada esporádica, algún intento por avanzar en el proyecto... Poco que contar, salvo quizá la extraña reunión del viernes, que fue corta, pero con toda, toda la gente que hacía tiempo que no coincidíamos.
Por cierto, me quedé con gana de torta. Si alguien viene y me trae una de la Tahona esta tarde, tendrá para siempre un lugar en mi corazón.

El sábado me contrataron para tocar en la cabalgata de reyes de Córdoba. ¡Una experiencia interesante, la verdad!
Al principio sorprendía ver a la gente dándolo todo mientras cantaba los villancicos que tú tocabas, y alegraba ver a los niños llenos de ilusión y azúcar seguirte con palmas. Al tiempo, probablemente por hartazgo y costumbre, acababas viendo que los viejos apenas te dejaban retirarte el pito de la boca después de cada villancico antes de increparte: "¿¿es que ya os habéis cansado??; ¿¿no tocáis más??; ya hasta el año que viene,  ¿¿no??" y que los niños lo único que hacen es berrear y tirarte algún caramelazo, por si aciertan...

Al llegar a Montilla, para hacer tiempo mientras venían los reyes de verdad, hay que dar una vueltecita, casi por obligación. Y después de churros, un par de cervezas y una traición, es hora de volver a casa a poner las cosas en su lugar.

Yo ya no madrugo como antes, ni subo corriendo los regalos del árbol a la cama de mis padres para abrirlos entre todos. Ya ni siquiera hay árbol, en realidad.
Pero aún así, como eso de las sorpresas me mola cantidad (y porque había insinuado que quería un ebook), bajé con ganas de ver qué cosas habrían dejado sus majestades para mí.

Además de algunos regalos difíciles de comprender y un par de amenazas (los Reyes están cada día más sádicos), se lucieron con un par de libros. La e- me la recortaron, así que sigue tocando chuparse el dedillo para pasar las hojas. En el fondo es hasta romántico.

En fin, espero que nuestros seguidores no tengan queja de sus majestades, siempre lo hacen lo mejor que pueden. Y me consta que a alguno le han dejado un buen "paquete".

Como dice el refrán, "año nuevo, concurso nuevo", así que el equipo creativo de Carrasquillation está buscando ideas para seguir trayendo ilusión y premios al blog. ¡Se aceptan sugerencias e ideas siempre!
Por ahora lo mejor que se me ocurre es un concurso de fotografía erótica. Podéis mandar vuestras fotos aunque no queráis participar y/o no haya concurso al final.

Siento que la entrada sea tan corta y poco interesante, pero la semana no ha dado para más y aún tengo que terminar trabajos, maletas, imprimir billetes de avión... ¡A cambio os prometo que el lunes que viene os traeré una entrada grandiosa! La semana pinta muy, pero que muy bien...

Antes de irme, gracias una vez más a la gente que ha hecho de estas navidades algo para recordar y que hacen que volver a casa merezca la pena.

¡Un abrazo!

4 comentarios:

  1. La tahona!! hacía un montón que no escuchaba esa palabra, es más, pensaba que solo se decía en mi pueblo jajaja
    Dile a los Reyes que no te amenacen que este año te has portado muy bien ;)
    Un abrazo!!

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    Respuestas
    1. Tranquila, no piden demasiado ;)

      Y claro que se dice!! La Tahona de San Antonio tiene unas tortaaaas mmmm

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  2. Regalossss de reyes!!!!!!
    LIbrosss!!!! Paquetes!!!!!!!
    Feliz regreso a Londres.

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