Summer wind

¡Hola carrasquillófilos!

¿Cómo os ha ido la semana?
¡Como podréis comprobar, a Triqs no le ha ido nada mal! Muchísimas gracias a todos por vuestras visitas y comentarios y, en fin, por interesaros por la vida de estos tres pobres diablos.

Seguro que habéis visto que el blog va cogiendo forma y que hemos incluido un gadget para que veáis los comentarios más recientes sin tener que ir buscándolos, así como una entrañable mascota. ¡Jugad con Trico! Salta de rama en rama, lo podéis agarrar de la cabeza con esperpénticos resultados en momentos de estrés y, si investigáis un poco, seguro que descubrís como darle un sabroso plátano XD.

Lamentablemente, este éxito quiere decir que no podré anunciar públicamente lo que ya es un secreto a voces. ¡A las 1000 gloriosas visitas uno de nosotros enseñará carne! Como ya superamos las 1000 visitas, este anuncio se vuelve estúpido, así que pasamos directamente a la acción.
A la derecha veréis un nuevo gadget para efectuar la votación (tenéis una semana). Elegid con cuidado y la semana que viene, el Triqs más deseado cumplirá el reto. Y acabaréis así, así o así.

Y después de estas palabras como mero presentador del blog, paso a lo que más os interesa, los entresijos de mi propia existencia.

En cuanto a mi incipiente Erasmus, ya tengo vuelo, residencia y cualquier otro detalle relativamente importante para empezar con buen pie (espero...). ¡Gracias al milagro de internet, incluso conozco a algunos vecinos! No parece que vaya a haber nada tan divertido e inusual como "l'intégration" de nuestro Josué, más bien superfiestacas enormes a 20 libras la entrada. 

Pero como hablar de un futuro Londres desde Montilla no tiene demasiado interés, mejor hablaré de un pasado verano. Eso sí, lo de Montilla no puedo cambiarlo, más quisiera...

Ha sido un verano intenso, por decirlo de alguna manera. 

Después de unos días fantásticos en Mezquitilla Beach con mis IQs favoritos, pasé tres semanas en Escocia.
Horas y horas podría hablar de esta increíble parte del mundo, pero dicen que una imagen es mejor.

Glenfinnan

En fin, por desgracia para vosotros, ni la más panorámica de las fotografías te hace sentir lo que estos paisajes. Son grandiosos, salvajes, hermosos y hostiles. Hay lugares donde no vive nadie en kilómetros y kilómetros, otros donde el viento realmente canta. Donde las piedras se levantan majestuosas y solo ceden ante las aguas que bajan salvajes cuando llueve.

Edimburgo (dice el corrector ortográfico que quizá quise decir "Luxemburgo", no te jode) en agosto es una apuesta segura. Literalmente hay miles de espectáculos: en la calle, en bares o auditorios; gratuitos o carísimos; para snobs y gafapastas; para religiosos o amantes del desnudo. Todo el mundo puede encontrar algo a su gusto. La parte mala, también sea dicha, es que la ciudad se peta, explota de gente y lo que normalmente es un agradable paseo de 20 minutos se puede convertir en una odisea de pisotones y empujones de más de una hora.

Después, aunque pueda parecer que tenga menos estilo, tuve la suerte de hacer uno de los viajes más divertidos que he vivido, a La Mamola. ¡Gracias Josu!

Y nada más que destacar, salvo por los días memorables en Granada. Llenos de despedidas y melancolía, pero también de buenos ratos y de risas enormes y de anfitriones inmejorables ;)

Tampoco quiero darle muchas vueltas, pero si tenéis curiosidad por alguna parte en particular (incluyendo los desnudos) no dejéis de preguntar en los comentarios.

En fin, poco más que contaros hasta ahora. No quiero hablar de preparativos ni historias. Si pienso en el papeleo me dan ganas de matar a alguien con toa la malafollá del mundo y cagarme en tos sus muertos exponer mis quejas al vicerrectorado de alumnos. Si pienso en llegar a Londres me da ansiedad. Así que mejor no pienso en nada de eso, ¿no?

¡Un abrazo!